sábado, 12 de junio de 2021

El Astrolabio


 El astrolabio 




El astrolabio era un antiguo instrumento astronómico que permite determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo. La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον, que puede traducirse como “buscador de estrellas”.

Las primeras notas que encontramos del desarrollo del Astrolabio se refieren al Centro de Investigaciones de Alejandría. Fue Hiparco, aproximadamente en el año 150 a.C., el primer Astrónomo que mediante la teoría de la proyección estereográfica diseñó lo que podríamos denominar el primer Astrolabio Planisférico. 

En realidad, no se sabe bien quién fue el inventor original. Algunas obras del astrónomo y matemático griego Claudio Ptolomeo, como el Almagesto, ya describen en el siglo II su construcción y fueron utilizadas por otros matemáticos posteriores como la filósofa Hipatia de Alejandría para mejorar sus cálculos. Se sabe que Hipatia trabajó con su padre, el astrónomo Teón, para hacer correcciones en el Almagesto de Ptolomeo y construir un astrolabio. También sabemos que Hiparco de Nicea ya construía astrolabios antes que Ptolomeo e Hipatia, aunque fue Apolonio de Perga quien inventó un astrolabio primitivo entre 220 y 150 a.C., a menudo atribuido a Hiparco. El astrolabio más antiguo que se conserva en la actualidad fue construido por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927 y se conserva en el Museo nacional de Kuwait. 

El astrolabio era usado por los navegantes, astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar su movimiento, para determinar la hora a partir de la latitud o, viceversa, para averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para medir distancias por triangulación.

Los marineros musulmanes a menudo lo usaban también para calcular el horario de oración y localizar la dirección de La Meca. Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el principal instrumento de navegación marítima, hasta la invención del sextante, en 1750.

El astrolabio a lo largo de la historia se ha ido perfeccionando y diversificando. De esta forma, nos encontramos con diversos tipos: el astrolabio planisférico diseñado para el cómputo y representación de las posiciones de los astros en una única latitud, el astrolabio universal (válido para todas las latitudes), el astrolabio de Rojas, el astrolabio islámico, el marinero empleado en la localización de buques y el cuadrante. 

El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera celeste. Consiste, básicamente, en una circunferencia graduada (placa madre) sobre cuyo eje gira una aguja con un punto de mira que se apunta a la estrella elegida. El borde de la madre, o limbo, muestra una escala graduada en grados y a menudo también otra en horas y minutos. En la parte superior, consta de una argolla de la que se suspende el instrumento en posición vertical para realizar las mediciones.

La parte delantera del instrumento, o faz de la madre, es ligeramente cóncava y en ella se insertan otros dos discos. El interno, llamado tímpano, es una placa fija grabada con las coordenadas de la esfera celeste correspondientes a una latitud concreta, incluyendo el cénit, el horizonte, líneas de altitud, acimut, el ecuador celeste, la eclíptica y los trópicos de Cáncer y Capricornio. 

El externo, llamado araña o red, es giratorio y representa un planisferio transparente con las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas más brillantes del lugar. Sobre la araña, una aguja con visor, la regla se apunta al astro buscado. Dirigiéndola al Sol indica, por el lado del observador, la hora local. 



martes, 12 de enero de 2021

Gestión del cambio – Lo que podemos aprender de las águilas

El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Puede llegar a vivir 70 años. pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión. 

A los 40 años sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir coger a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho,  sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas, por lo que volar se hace ya muy difícil.

En esta coyuntura el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su dolorido proceso de renovación, que durara 150 días. Pero ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde pueda descansar y no tenga la necesidad de volar. 

Al encontrarse en ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de haber conseguido arrancarlo, el águila Habrá de esperar hasta el crecimiento de uno nuevo, que le servirá para poder arrancarse una a una sus uñas talones. Cuando las nuevas uñas talones comienzan a nacer, comenzara a desplumar sus plumas viejas.

Después de los cinco meses de todo el proceso, el majestuosa águila sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años mas de vida. 

Podemos asimilarlo a algunas etapas de nuestra vida, en las que a veces tenemos que recogernos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.



Para lograr un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos pasadas que nos causaron dolor. Y limpios del peso del pasado podremos lograr el casi milagroso resultado que nos aporta esta renovación.