martes, 12 de enero de 2021

Gestión del cambio – Lo que podemos aprender de las águilas

El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Puede llegar a vivir 70 años. pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión. 

A los 40 años sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir coger a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho,  sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas, por lo que volar se hace ya muy difícil.

En esta coyuntura el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su dolorido proceso de renovación, que durara 150 días. Pero ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde pueda descansar y no tenga la necesidad de volar. 

Al encontrarse en ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de haber conseguido arrancarlo, el águila Habrá de esperar hasta el crecimiento de uno nuevo, que le servirá para poder arrancarse una a una sus uñas talones. Cuando las nuevas uñas talones comienzan a nacer, comenzara a desplumar sus plumas viejas.

Después de los cinco meses de todo el proceso, el majestuosa águila sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años mas de vida. 

Podemos asimilarlo a algunas etapas de nuestra vida, en las que a veces tenemos que recogernos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.



Para lograr un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos pasadas que nos causaron dolor. Y limpios del peso del pasado podremos lograr el casi milagroso resultado que nos aporta esta renovación.