La educación es fundamental, y lo
deja bien claro: si deseas acceder a algún sitio primero deberás pedir permiso,
o al menos has de llamar para poder entrar. En marketing la cosa no tiene
porque ser diferente, y si deseas que tus mensajes sean bien recibidos, habrás
de pedir permiso para entrar.
Cuando en el post anterior
hablaba del marketing intrusivo o invasivo estaba hablando precisamente del
concepto contrario: irrumpir, según el diccionario de la RAE, significa entrar
violentamente en un lugar. Y no hay nada que produzca más rechazo a la personas
que la invasión de su entorno, de su intimidad.
Para evitarlo, hemos de pedir
permiso. En el caso del marketing, se basa en el principio de que los
consumidores primero deben dar su permiso (opt-in, activación opcional) para
recibir los mensajes, en vez de rechazarlos (opt-out, desactivación opcional)
después de que hayan sido enviados. De esta forma, el marketing es mucho más
eficiente, evitando o minimizando los mensajes enviados a destinatarios que no
los desean. Esta forma de marketing se acerca mucho más al concepto de
marketing one to one, alejándose notablemente de los sistemas de marketing
intrusivo. Resulta obvio decir que el marketing de permiso beneficia tanto a
las empresas como a los usuarios.
La primera vez que tomé contacto
con el marketing de permiso fue leyendo a Seth Godin, (la Vaca Púrpura,
Tribus…), en el que el autor comenta que el verdadero marketing, y mucho más
aún en el marketing 2.0, debe pedir permiso al usuario antes
de enviarles publicidad.
Veamos las diferencias de los
tres términos más utilizados en el marketing desde este punto de vista:
Opt-out
– Es una lista de contactos que se obtiene de cualquier forma no directa, que
utilizamos dando por sentado que disponemos de un consentimiento expreso para
contactarlos.
Este tipo de contactos se suele
obtener de fuentes accesibles al público, contactos de tarjetas de visita,
contactos obtenidos de nuestra propia correspondencia, tomados a mano en
promociones, reuniones, por teléfono y otros.
Si utilizamos este tipo de
listas, estamos obligando al usuario que recibe los mensajes a optar por denegar (Opt-out) el
consentimiento a ser contactado. (O aceptarlo).
En este tipo de listas Opt-out no
existe ninguna seguridad de que los datos de los contactos sean válidos, lo que
se traduce en un bajo índice de aceptaciones y un gran número de rebotes por inexactitud
de la información.
Opt-in
– Es una lista de contactos obtenida mediante la solicitud implícita para
contactarles obtenida de alguna forma directa como nuestra propia web a través
de un formulario, o bien por subscripción a una Newsletter, o al solicitar un
producto, al pedir información, o cualquier otra forma de interacción con un
potencial usuario.
En estos formularios el usuario
da el consentimiento expreso (Opt-in) para recibir futuros contactos o
mensajes, aunque puede desistir de esta opción en cualquier momento.
A pesar de que es un método más
preciso y directo, no hay garantía total de la validez de los datos, con lo que
al igual que ocurre en las listas Opt-out, el índice de aceptaciones puede ser
relativamente bajo, y los rebotes de la información son medianos, pero
existentes.
Doble
Opt-in – En las listas doble Opt-in, como se ha duplicado el proceso
de petición de los datos, son listas donde tenemos una mayor seguridad de que los
datos obtenidos son válidos Como hemos hecho para las listas Opt-in, el
procedimiento de captura de datos es el mismo, pero para dar a un contacto como
realmente válido, hemos tenido que confirmar la validez de sus datos mediante duplicación
de la petición o autorización.
Supongamos que hemos pedido los
datos del usuario mediante un formulario web o suscripción a una Newsletter.
Este sería el Opt-in. Pero si solicitamos que se confirme la subscripción a la
Newsletter mediante el envío de un mail de retorno de validación, este mail convierte
nuestra lista en un registro doble Opt-in. De esta forma los datos son validados
doblemente, y el índice de exactitud es mucho mayor. Si el destinatario no
valida la información por mail no se considerará ese registro como aceptado.
Aunque teóricamente cualquiera de
los tres tipos de listas son válidas para obtener contactos nuevos y aumentar
nuestra base de datos de marketing, lo más recomendable será siempre usar las
doble Opt-in para campañas más efectivas.
Sin embargo, el permiso
obtenido no es una patente de corso para enviar mensajes indiscriminados a un
usuario. El permiso se concedió para el objeto del intercambio, y no para toda
clase de abusos.
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