jueves, 25 de junio de 2020

Permission Marketing


Permission Marketing

Recuerdo que hace unos años, pocos, en realidad, siempre se decía que “el marketing, para que sea efectivo, debe ser agresivo”. Y, generalmente, sobre esa base teórica se realizaban las campañas de marketing. Y durante un tiempo, esa lucha era característica, y todas las acciones de marketing competía por ser las más impactantes, dentro de un entorno de llamar la atención del cliente al precio que fuese.

Sin embargo, los clientes potenciales cada ve se cansaban más de las campañas agresivas, léase invasivas. El resultado era un rechazo, explícito o implícito, de esas invasiones de su intimidad. Esto requería una acción inmediata.

La primera vez que yo tomé contacto con el marketing de permiso fue leyendo libros de  Seth Godin, (la Vaca Púrpura, Tribus…), en el que el autor comenta que el verdadero marketing, y mucho más aún en el marketing 2.0, debe pedir permiso al usuario antes de enviarles publicidad.

Este sistema de marketing requiere que el potencial usuario conceda permiso explícito para enviar un mensaje de promoción (por ejemplo, un correo electrónico o solicitud de catálogo) o permiso implícito (por ejemplo, consultar un motor de búsqueda). Con la evolución de Internet y los dispositivos electrónicos móviles, es cada vez más utilizado por los profesionales de la investigación de mercados.

Es decir, esta forma de marketing se basa en el principio de que los consumidores primero deben dar su permiso (lo que se llama opt-in) en vez de manifestar su rechazo  (que sería el opt-out) después de que la publicidad haya sido enviada. De esta forma se logra un uso más eficiente de los recursos, ya que los mensajes no son enviados a personas que no están interesadas en el producto. Es una técnica basada de alguna manera en la orientación del marketing personal, es decir en el concepto de marketing uno-a-uno, a diferencia de los conceptos masivos o a escala como la segmentación del mercado o mercado objetivo.

En algún post mío en este MBA yo hablaba de las “7 P’S del marketing”, y apuntaba que aún es necesaria, sobre todo con el marketing online, una octava “P” más. Esta octava P es el permiso. Las otras 7 son: Producto, Precio, Posicionamiento, Promoción, (estas son las 4 P’s clásicas), la Publicidad, el Packaging y la de Previa. Ahora, como la octava maravilla del mundo, añadimos la P de permiso

En definitiva, en la sociedad actual, y tras los rechazos colectivos surgidos de la publicidad tradicional, e incluso en la online, el permiso es una premisa necesaria para que un mensaje sea siempre bien recibido.

Ahora bien, falta lo más importante: cómo conseguir el permiso. Existen diversos métodos, siendo los más habituales el lograr, por ejemplo, sus direcciones de email a cambio de algo, que generalmente es ofrecer descuentos, descargas de algo que le interese al usuario, (juegos, programas, e-books, suscripción gratuita a una revista electrónica, sorteos diversos).  

Sin embargo, el permiso obtenido por este intercambio no es una patente de corso para enviar mails indiscriminados a ese usuario. El permiso se concedió para el objeto del intercambio, (salvo que en las condiciones que pueden hacerte firmar se diga que pueden disponer del mismo para enviarte todo lo que sea, y tu lo hayas aceptado), y no para toda clase de envíos, lo que sería un abuso.

Para ello, además de aquel permiso inicial, ha de irse ganando paulatinamente la confianza y el respeto de ese usuario, de forma que realmente desee que se le envíen notificaciones, sin estar limitadas a una sola acción. De no lograrlo, a ese usuario solamente se le puede contactar para la acción concreta para la que se requirió el permiso.

Este es el modo correcto de proceder, y el que evitará que el usuario termine pidiendo que le des de baja en la base de datos. Por tanto, hay que ser hábil y sincero para usar los datos de este usuario solo para lo que se le solicitó, y lograr con acciones posteriores que te autorice a usarlos más allá de la primera acción permitida.

Recordemos que en el mundo 2.0 el marketing intrusivo tiene los días contados. A nadie le agrada que un tercero entre en su privacidad, obligándole a dejar lo que está haciendo para atender a una cosa que tal vez, lo más probable, lo le interesa para nada. Es el defecto de la publicidad masiva. No hay un público objetivo claro, sino un público objetivo amplio, sin discriminar, por lo que las posibilidades de que lo que se le está ofreciendo de forma invasiva llegue a interesarle en ese momento, son bastante bajas.

Pero si hay un permiso por medio, lo que le envías a la persona es lo que realmente le interesa. Adquirirá tu producto o servicio, o no, pero al menos sabremos que le interesa, y que lo atenderá, aunque luego no sea lo que realmente esperaba o no desee adquirirlo en ese momento.

El porcentaje de rechazos es muchísimo más bajo con el marketing de permiso. Tanto es así, que ante una campaña de email marketing indiscriminada, por ejemplo, el índice de respuesta, (retorno útil), es inferior a un 1%, mientras que en mail de permiso se alcanzan niveles de retorno superiores al 20%. ¡Menuda diferencia!

En estos casos, puede que el usuario no compre esta vez, pero al menos este usuario te atiende, y está proclive hacia tu empresa o producto y posiblemente comprará los productos que se le ofrezcan en otra ocasión, siempre que se estén respetando sus derechos y su permiso para la acción enviada.

De todas formas, y como todo en la vida, la compra llegará, si la atención es la correcta. Si no es ahora será después. Pero si le envías cosas que no le interesa, porque no le has pedido permiso para enviárselas… nunca te atenderá, y posiblemente te borrará de sus listas de intereses.

Recuerda: Marketing sin permiso es igual a SPAM.

lunes, 25 de mayo de 2020

Storytelling y Storydoing en Marketing


El Storytelling y el Storydoing en Marketing

Desde el punto de vista receptivo, diversos estudios nos dicen que las historias son la forma más efectiva de comunicarnos. Hoy la neurociencia explica por qué es así desde el conocimiento del funcionamiento del cerebro.

¿Podemos inferir en qué forma el storytelling impacta en el cerebro y cómo utilizar este conocimiento para narrar historias que atrapen a los lectores en la tarea del marketing?

La respuesta es definitivamente sí, el storytelling impacta en el cerebro porque no deja de ser una historia narrada, solo que en un medio digital.


¿Qué es el storytelling? Podríamos resumir que el storytelling es el arte de contar una historia que conecte directamente con el aspecto emocional de las personas.

En realidad el storytelling siempre ha sido un recurso muy usado en el marketing tradicional, que se ha adaptado perfectamente al mundo de Internet. Actualmente los objetivos son los mismos, solo cambia el medio.

El concepto de storytelling va de la mano de otro concepto importante del marketing: el engagement o compromiso del público objetivo. Buenos storytelling crean mayor engagement, traducido como mayor interés y fidelidad a la marca.

Cuando leemos algo, por ejemplo los ingredientes de una receta, se activan en nuestro cerebro dos áreas, la de Wernicke y la de Broca, conectadas entre sí y relacionadas con la comprensión y el procesamiento del lenguaje. Eso es todo, ninguna otra área del cerebro se activa de forma especial en ese proceso específico.

Sin embargo, si luego alguien nos cuenta la "historia" de como hacía esa receta su abuela, nos narra los exquisitos aromas y sabores que se iban sumando al olor a madera de la casa de campo que estaba en una colina verde… ¿A que cambia todo? ¿Qué ha pasado contigo mismo al leer esta brevísima historia?

La respuesta es que se han activado muchas más áreas del cerebro. Podemos decir que se han involucrado no sólo las áreas de la compresión y procesamiento del lenguaje, sino también el sentido del olfato, la vista, el gusto y hasta áreas motoras si te has visto caminando por la colina verde.

En suma, el storytelling impacta en el cerebro, poniéndolo todo en marcha. Por lo tanto habrá mayor recuerdo. “La gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo la hiciste sentir”.

La pregunta por responder es: ¿Por qué el formato de una historia, con sus secuencias de hechos, facilita tanto el aprendizaje y el recuerdo?

La respuesta es que esto ocurre porque estamos "diseñados" así. Nuestro cerebro está "cableado" para secuencias cortas de causa-efecto. De hecho, se calcula que alrededor de un 70% de nuestros pensamientos tienen el formato de una narración, sea lo que sea que pensemos.

Nuestro cerebro, a medida que va recibiendo información, trata de relacionarla con experiencias ya existentes. En este caso, se activa una parte del cerebro llamada ínsula cerebral, que busca estas experiencias pasadas similares para volver a sentir emociones, alegría, disgusto…

Es decir que vinculamos metáforas y sucesos automáticamente. Nuestro cerebro está buscando la relación de causa-efecto a partir de algo que hemos experimentado previamente.

La química del cerebro. Hemos visto cómo funciona el cerebro con la narrativa y como el storytelling impacta en el cerebro, en cuanto a la relación con su estructura y circuitos neuronales. No obstante hay en juego otros factores no menos importantes que tienen que ver con los procesos químicos del cerebro.

Es el caso de la oxitocina. Experimentos demuestran que esta hormona, llamada por algunos la "hormona del amor", actúa en la empatía. La empatía es fundamental en el proceso narrativo porque logra que nos sintamos parte y hasta protagonistas de una historia.

Pero no es la única respuesta química del cerebro. También entra en juego el cortisol, en el caso del estrés, o la serotonina y la dopamina, las cuales generan placer. Es decir, un cóctel químico que se activa cuando el storytelling impacta en el cerebro.

Consejos para la aplicación práctica. Se pueden sacar muchas conclusiones e ideas para el storytelling, pero aquí van cinco fundamentales que nunca deben faltar.

1.     A todos nos gusta una buena historia. Y más si nos hace soltar la lagrimita. Además, son más fáciles de recordar y de explicar a la gente. Hay que contar historias emocionales. Si quieres ser mucho más persuasivo en una conferencia, un artículo o dónde quiera que interactúes, narra historias propias o ajenas y sobre todo hazlo con todos los ingredientes emocionales posibles. De esta manera sincronizas la mente de los demás con la tuya y tus ideas.

2.     Involucrar. Se trata de lograr que el otro haga suya tu historia. Una narración persuasiva hará que el otro mencione tu historia como si fuera de él mismo.

3.     Simplicidad. Nunca lo complejo y detallado es lo mejor. Al contrario, nuestro cerebro capta y recuerda mejor lo que es simple, llano y sincero. Usar un lenguaje simple activa las regiones cerebrales que nos hacen relacionarnos verdaderamente con la situación y los sucesos de la historia.

4.     Novedad. No usar lugares o cosas comunes. El cerebro prácticamente no reacciona frente a términos muy conocidos, de uso muy extendido. En cambio está siempre atento a lo novedoso y diferente. Es una cuestión de economía y supervivencia. Aquello que le resulta familiar ya no representa peligro, en cambio lo nuevo sí puede significar alguna amenaza. Por esta razón reacciona rápidamente a estos estímulos.

5.     Orientarla al público objetivo. Para lograr la empatía necesaria, la historia debe estar dirigida específicamente al tipo de público al que quieres impactar. Si cuentas una historia que resulte ajena a los intereses o sentimientos del público, difícilmente se logrará su atención. Si no hay atención, todo lo demás no funcionará.

Ejemplos de storytelling. La mayoría recordaremos varios anuncios de este formato. Son muchas las marcas que han hecho al menos un anuncio así.

En 2011 Casa Tarradellas hizo este bonito storytelling. Te hace trasportarte a la naturaleza, al campo, a la familia. Suelen seguir ese estilo en sus anuncios.


También Ikea es una marca que recurre mucho a este formato. Son muchos los anuncios que hace así, y la verdad que te acaban conquistando. ¿No te dieron ganas de tener una terraza?



Storytelling y Storydoing

El storytelling es una fórmula de Marketing, una más, pero muy atractiva y que se ha extendido bastante en los últimos años. Esta técnica se basa en principios muy antiguos, que buscan conectar con el cliente apelando a los sentimientos.

El storydoing busca ir más allá, no creando una historia emotiva, sino viviendo la misma. No se trata de contar las cosas, sino de vivirlas. Las empresas pueden mantener sus estrategias de comunicación clásicas, pero deben ir un paso más allá, demostrando que están comprometidas de verdad con el mensaje que lanzan en sus contenidos.

Gracias a esta estrategia de comunicación, los consumidores viven también esas historias, participando de ellas de una forma muy directa. Esto lleva a una identificación con los valores de la marca, que desemboca en mayor fidelización con la empresa. Toda una experiencia.

En definitiva, para encontrar las diferencias básicas entre ambas estrategias, el storytelling es una herramienta del marketing que tiene como objetivo principal, el impactar y trasmitir los principios y valores de la marca a través de una historia. Así mismo lograr una cercanía emotiva con el consumidor.

Pero el storydoing crea un entorno favorable donde el consumidor forma parte de la historia y percibe los valores de la marca. De esta forma logra que el producto sea significativo en la vida diaria del cliente.

Veamos ahora también algunos ejemplos de Storydoing. Por ejemplo, uno muy notorio fue el de Coca Cola, “El día del amigo”, al hacer participar a la gente en grupos para poder lograr una Coca Cola. De otro modo es imposible, como se puede ver por la altura de donde está la ranura. A continuación, el enlace.


Otro de gran éxito fue el de BIC, que nos ofrece algo tan genial como ¿Qué tal si paga con creatividad?. Donde el arte es el valor neto para la compañía. Tú creas tus propios billetes para pagar.

El objetivo de este tipo de campaña consiste en atraer a un segmento de mercado especifico que está relacionado al arte del dibujo, y logra generar una relación con ese tipo de clientes. Este es el enlace.


Hay muchos tipos de ejemplos más, y vuestra creatividad puede significar el éxito de una campaña de Storydoing, donde tu cliente, o potencial cliente, participa directamente él mismo, lo que provocará nexos entre ambos.

Como resumen de este post sobre ambos métodos de Marketing, podemos resumir que el “Storytelling”, es una forma de contar las historias fijando una estrategia que tenía como base un objetivo que era el hilo conductor, por ejemplo, como esos cuentos típicos de Disney con su introducción, nudo y desenlace.

Ahora las reglas del juego han cambiado, y la audiencia pide experiencias vividas gracias a las marcas, y que sirvan para motivar. Porque ahora el consumidor se informa de la reputación de un producto o servicio, principalmente en redes sociales, y no quiere solamente una imagen sino que un consumidor que está concienciado en que la marca tenga valores apreciables, de ética, respeto al medio ambiente y total sinceridad.

Por lo tanto, vamos a desarrollar buenas estrategias de Inbound Marketing donde el Storydoing sea el comodín, buscando a tu público objetivo para ofrecerle nuevas experiencias que siempre estuvo dispuesto a vivir. El resultado final será motivador y muy realista.

Por esto surgió el Storydoing, una técnica en la que el target ha dejado de ser un mero espectador para tener el poder que se le da para construir él su misma historia en relación a una marca con la cual tiene empatía.