A veces doy por descontado que las siglas con las que suelo titular mis nuevos post son evidentes para todos, lo cual no es lógico. En el caso concreto de este post, las defino a continuación: IBM = Influencer Based Marketing, y en español, MBI = Marketing basado en los influenciadores.
El marketing más reciente suele olvidarse de las técnicas de Outbound marketing para centrarse con mayor énfasis en el Inbound marketing. Dicho de otro modo, el marketing más reciente y efectivo se concentra en las prácticas digitales.
El marketing más reciente suele olvidarse de las técnicas de Outbound marketing para centrarse con mayor énfasis en el Inbound marketing. Dicho de otro modo, el marketing más reciente y efectivo se concentra en las prácticas digitales.
Las razones son varias, y
recordemos que llamamos Inbound marketing a una estrategia
que utiliza técnicas no intrusivas para captar la
atención de los posibles futuros clientes mediante la aportación de valor
añadido e información suficiente como para atraer a los interesados y que sean
ellos mismos los que soliciten la información al proveedor. Es decir, se busca
la iniciativa del cliente, en lugar de bombardearle con información no
solicitada en anuncios masivos de posible escaso valor.
Al Inbound marketing suele
llamársele marketing de atracción y está basado en diversos soportes de
acción como el marketing de contenidos, el SEO y el marketing en redes
sociales, considerándose herramientas tales como los Blogs, videos, eBooks, el
PPC, (Pay Per Clic) y el feedback que nos proporcionan las analíticas Web.
Para ello, recordemos que un
usuario, posible usuario, debería pasar por determinadas etapas para que
finalmente sea atractivo para nuestra empresa, como son:
•
Desconocido
•
Interesado
•
Prospecto
•
Cliente
•
Prescriptor
Todas las técnicas de marketing
que podamos o queramos utilizar nos pueden llevar al logro de estas etapas,
siendo las cuatro primeras las que suelen considerarse a nivel de marketing
primario, puesto que logran que el usuario desconocido se convierta en nuestro
cliente.
Bien, pero ¿y si podemos lograr
que nuestros propios clientes se conviertan en prescriptores de nuestra
marca o productos?. Con ese objetivo en mente, el Inbound Marketing es el
planteamiento ideal, siendo las redes el medio adecuado para lograrlo.
Lo bueno de la utilización del
Inbound marketing es que son acciones que requieren generalmente una menos
inversión económica que con el Outbound marketing. Eso sí, requiere una mayor
inversión en tiempo y una mayor especialización en las técnicas online.
Tengamos en cuenta que las
actividades de Inbound Marketing tienen unas características determinadas que
lo hacen elegible, sobre todo para lograr los el objetivos de que los
internautas sean prescriptores. Demos un repaso a las mismas:
•
No se molesta al usuario potencial, ya que no se
envía información a quien no desea
recibirla ni está interesado en nuestros productos o servicios
•
Se obtienen leads de mayor calidad y, por tanto,
de efectividad
•
Se aumenta el retorno de la inversión y de
conversión a clientes
•
Se aumenta el tráfico a la Web page
•
Reducir el presupuesto necesario de marketing
(Inbound = menor coste)
•
Mejora de la relación directa con los clientes y
de la reputación
•
Mejora de la respuesta a los clientes actuales
•
Conocimiento optimizado de la relación real de
los clientes con la marca
•
Fidelización más efectiva
•
Prescriptor
Mediante el Inbound Marketing un
cliente satisfecho se puede convertir en un buen prescriptor de nuestra marca, ya que el objetivo
último del marketing siempre será la generación de nuevas ventas para nuestra
empresa.
Lo más efectivo para atraer a los
internautas suele ser basarnos en el marketing de contenidos. El
marketing de contenidos, propios de las últimas generaciones de marketing, al
ser comparado con el marketing de las primeras generaciones, intrusivo y no
deseado, nos ofrece un avance muy notable para el usuario, que se encuentra con
regalos inesperados a su alcance, y generalmente se sentirá tentado a seguir
utilizando estas fuentes de información, útiles y gratuitas que se ponen a su
alcance. De esta forma, si se trata de
lectores de la Web, el Blog de la marca o las Redes Sociales, habrá un
mayor seguimiento, bien en forma de suscriptores o de simples lectores, pero
asiduos. Si la marca logra seguir manteniendo el interés del usuario, esta
relación puede bastar para que sean clientes futuros, y por convicción.
Hay que tener en consideración
que la gente entra en Internet buscando algo que necesita, y se sienten más
confortables si no tienen miedo a que se les intente vender algo. Esa es la
situación normal del internauta. Claro que, si la marca desea utilizar el
marketing de contenidos para lograr clientes, deberá dominar el arte de, una
vez lograda la atención de las personas y haberles proporcionado su regalo,
saber como venderles su marca o
productos o servicios. Pero que sea por fidelidad o por convicción.
Las formas más habituales de
ofrecer marketing de contenidos son muy variadas, si bien las más habituales
son a través de un Blog las Redes Sociales o la Web, o también la creación y
publicación de contenidos periódicos puestos libremente a disposición de las
personas, como son los boletines o las Newsletter. También es muy efectivo el
ofrecer estudios gratuitos a través de la Web de la marca, o bien ofrecer
cursos o tutoriales online. Aunque dentro del advergaming, también pueden
ofrecerse juegos de interés para los potenciales consumidores de la marca.
Antes solía decirse: el contenido
es el rey. Hoy el contenido ya no es el rey, porque lo que sobra en la red son
contenidos, por lo que la oferta deberá ser siempre de contenidos de calidad. La
calidad es lo único que puede diferenciar a una marca o empresa de otra, y lo
que puede hacer que el internauta se fije o no en ella. Información de calidad,
contrastada, útil y fiable, ésa es la clave del marketing de contenidos.
Una vez descrito todo lo
anterior, hemos de considerar que hay una figura, no siempre recordada por las
empresas en el marketing digital, que es la del Prescriptor y la de
Influenciador.
El prescriptor va a derivar casi
siempre de una figura todavía no suficientemente explotada, que es la del Influenciador.
El influenciador es alguien con
presencia constante en la red, y que por sus características y/o conocimientos
ha logrado una gran credibilidad en determinadas técnicas o mercados y que si
sabemos aprovecharlos pueden ser unos buenos prescriptores indirectos para
nuestra empresa o productos.
Estos internautas tienen facultades
capaces de hacer que un internauta que les lee sean capaces de dejarse
influenciar e incluso cambiar de opinión respecto a una marca, producto o de
cualquier otro tema. Son activos en la red, dialogan, captan la atención
mayoritaria de los internautas y por eso logran un determinada reputación. Esto
puede ser aprovechado por las empresas en beneficio propio, sin apenas
interferir.
Los líderes de opinión suelen
hacer comentarios espontáneos sobre determinadas materias marcas o productos,
sin que nadie se lo pida. De esa forma dan a conocer marcas, modelos o
determinadas características , en beneficio de la marca, de forma pasiva.
Otra figura característica e la
de los llamados gurús. Son expertos conocidos en determinadas materias. Sus
conocimientos pueden ser igualmente aprovechados, como en el caso anterior.
Por otra parte, si el ideal
teórico es el de independencia e imparcialidad, no podemos negar que las marcas
tienen sus mecanismos para utilizar a estas figuras mencionadas mediante
determinadas formas influenciadoras o compensatorias. En este punto no voy a
insistir en este post en concreto, y dejo que cada cual actúe en consecuencia.
Estas personas
influenciadoras deben de ser
permanentes en la red, bien en todas o en la mayoría de las plataformas. Eso es
lo ideal para las empresas, pero generalmente los influenciadores suelen
concentrarse en una determinada, (sea Facebook, LinkedIn, Twitter o, más
frecuentemente, basándose en Blogs de calidad, que es lo que les aportan la
notoriedad.
Si una de estas figuras logra una
buena masa crítica de seguidores, es comunicador, constante y conoce los gustos
y deseos de sus seguidores, será un buen candidato a ser elegido por las marcas
en sus estrategias de marketing. Las personas suelen creer cada vez menos en
las “voces” de las marcas, y más en las opiniones de expertos, que figuran en
las redes.
Por estas razones, las marcas contactarán
con influenciadores afines a lo que ellas venden o proponen y aportarle algo
que los enriquezca, y no necesariamente estoy hablando de dinero, algo que
vendrá después. Y, por supuesto, al influenciador, aunque lo hayamos “fichado”
para nuestro marketing, hay que seguir dejándole libertad absoluta. Si es un
buen fichaje no necesita que se le guíe.
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