Decía Louis Pasteur: “si no
conozco una cosa, la investigaré”. Si hay algo fundamental en el marketing es
el conocimiento del mercado, para lo cual existen las técnicas de investigación
de mercados, que nos permitirán establecer las estrategias de marketing más
adecuadas en cada caso.
La investigación de mercados
aporta una visión nueva que permite a la empresa planificar y realizar
estrategias de marketing y ventas en función de la realidad del mercado, en
lugar de mirarse al ombligo.
La investigación de mercados es
imprescindible porque permite una mejor toma de decisiones, lo que supone un
menor riesgo en la elaboración de las estrategias de marketing, ya que si está
correctamente realizada y seguida de forma continua, es un instrumento de
planificación, seguimiento y control empresarial.
Una correcta investigación de
mercados debe abarcar las siguientes fases:
• Análisis
de situación
• Investigación
previa
• Recogida
de información
• Análisis
de la información
• Tabulación
de la información
• Interpretación
de resultados
• Informe
final
• Aplicación
práctica de los resultados
El análisis de situación nos
permite colocarnos convenientemente en el punto de partida para determinar cómo
está la situación en ese momento, para saber las posibilidades existentes y
hacia donde avanzar. La investigación previa nos orienta sobre qué tipo de
información debemos recopilar en la siguiente fase.
Una vez recogida la información
conveniente, es necesario analizarla desde todos los puntos de vista,
tabulándose posteriormente toda la información obtenida, (la tabulación es la
creación de tablas, gráficos y documentación derivada de la investigación, para
apoyar al documento final), interpretándose los resultados y elaborándose un
informe final. Tras la elaboración del informe es necesario divulgarlo internamente
a los departamentos implicados para luego proceder a la aplicación práctica del
mismo en la empresa.
Según el momento en el que se
decide realizarla, la investigación puede ser preventiva, que se anticipa al
problema, (la más recomendable), o correctiva, realizada con el objetivo de
afrontar y solucionar un problema existente. Es decir, la investigación
preventiva trata de evitar los posibles problemas que puedan surgir en la
empresa para acometer su introducción, defensa o posicionamiento en el mercado,
mientras que la investigación correctiva o resolutiva se utiliza para intentar
resolver la situación ya creada en la empresa en lo referente a su posición o
mantenimiento en el mercado.
En conjunto, la investigación de
mercados ayuda a la toma de decisiones mediante el logro de una mejor información
y conocimiento del entorno, por lo que sirve de instrumento de control, al
permitir el seguimiento de la planificación, minimiza los riesgos
empresariales, logrando de esta forma decisiones más acertadas, y detecta anticipadamente
cambios en el entorno y el mercado. Para lograr estos propósitos la investigación
de mercados ha de ser continua, ya que el entorno es variable y ha de medirse su
evolución en el tiempo.
La detección de cambios incluye tanto
los que se produzcan en el entorno como en los usuarios, tales como las
variaciones en la competencia, en el canal de distribución, en la legislación,
en la situación económica y en la motivación de los usuarios, de forma que
podamos prever los cambios en el mercado y en los valores sociales. Por estas
razones, el Sistema de Información de Marketing es un sistema continuado de
recogida de información, para la planificación empresarial.
La información a recopilar será
de dos tipologías bien diferenciadas entre sí, y cada una con sus
características y particularidades concretas: información cualitativa y
cuantitativa. En cuanto a las fuentes de información, igualmente se subdividen
en dos categorías, por la forma de obtención de las mismas: fuentes primarias y
fuentes secundarias.
Comenzando por el tipo de
información, el propio nombre de investigación cualitativa ya nos indica
que se trata de información cualificable, (y no necesariamente cuantificable),
ya que tiene el valor de darnos a conocer las opiniones de los usuarios, o
potenciales usuarios, de los productos o servicios de una empresa, o bien sobre
la imagen de la misma. Es una información subjetiva, y por esta razón,
particularmente rica en matices que si bien no son fácilmente cuantificables,
un análisis exhaustivo de esta información aporta detalles de gran calidad.
En cuanto a la investigación cuantitativa,
es aquella que aporta información fácilmente cuantificable, es decir, medible, y
su ventaja es la posibilidad de agrupar los datos de muestras adecuadas de
individuos, lo que permite obtener comportamientos y tendencias generales, al
poder cuantificar los datos extraídos.
Con base en el libro El
Logomarketing, (ebook a la venta en Amazon), en mi siguiente post se tratará con
detalle sobre estos tipos de información, así como las técnicas aplicables para
su obtención.
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