En
los años transcurridos del siglo XXI, una de las palabras mas repetidas es
“innovación”, junto a otras como “emprendedores”, “la nube”, “networking”…
Jamás se habían repetido tanto.
Nos
quedamos en este post con la más repetida: innovación. Casi nadie innova, y
para uno que lo hace, muchos imitan la idea. Me vienen a la mente algunos
innovadores, hablando en todos los términos. Un buen ejemplo verti, en seguros,
es una empresa con una actitud de marketing totalmente innovadora, rompedora,
impactante. Te puede gustar o no, pero es diferente e impacta. Hace unos años
no era conocida, por lo que sencillamente no existía para el usuario medio.
Ahora ya se cuenta entre las empresas bien conocidas del ramo del seguro, en
este caso gracias a las campañas en medios masivos que, como la televisión,
pueden dar a conocer lo nuevo a una saturada potencial clientela. Una hábil combinación
con el marketing 3.0 y la empresa es conocida.
No
puedo desaprovechar, hablando de innovación, el gran éxito cosechado por el
iPad. Cuando Apple pensó en este dispositivo no lo comparó con los tablet PC,
ni con los e-book readers, sino que quiso crear un producto con personalidad
nueva. Y lo ha conseguido sobradamente, creando una nueva categoría de
dispositivos en el mercado.
Una
innovación, de este siglo sobre todo, es la creación de Webs de búsquedas específicas.
El que da primero da dos veces, aunque ya sabemos que detrás del innovador
surgirán múltiples imitadores, con el propósito de captar la atención del
mercado.
Por
ejemplo, buscadores de vuelos, como lastminute.com, kayak, momondo… y toda una
serie de Web con dicha capacidad para el usuario. Igualmente ocurre con buscadores
de hoteles, (booking.com, trivago, expedia… y lo mismo en búsqueda de seguros,
como rastreador.com, por ejemplo o acierto.com.
Como
podéis ver ha puesto algunos de los más conocidos, sin especificar el pionero y
los seguidores. Lo importante es que alguien innovó, tuvo la idea, y detrás, la
nube de seguidores.
En
definitiva, la innovación es arriesgada, pero consiste en una ruptura sobre el
orden establecido en el mercado. Quien no arriesga se limita a vegetar,
manteniendo su cuota de mercado, o a perder cuota paulatinamente ante los
líderes. Solo una ruptura, mediante la innovación, permite crear una nueva
parcela de mercado, a veces autosuficiente, y otras canibalizando a otras
parcelas de mercado ya existentes, mediante las ampliaciones de aplicaciones.
El
mundo empresarial está cambiando, la forma de hacer negocios, también, pero
sobre todo la forma de comunicarse y de comunicarnos a nivel social. Lo que
antes eran redes en Internet ahora es también social media, y esto facilita la
viralidad de los nuevos dispositivos o servicios de nueva creación. Si algo es
nuevo, y gusta, ahora es mucho más fácil darlo a conocer, o divulgarlo, con una
velocidad insospechada.
Innovar
es necesario, y más en este recién comenzado siglo, que no es precisamente el siglo
de las luces, (ese lo fue el siglo XVIII, con grandes innovaciones), pero si
encima tienes a tu favor la invasión masiva del usuario en el social media, las
posibilidades de éxito, (también de fracaso), son enormes. El usuario toma la
palabra en la red.
Optemos
por ser creativos, o al menos divulguemos las excelencias del innovador. Una
mejor calidad de vida nos lo agradecerá a todos.
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