lunes, 6 de junio de 2016

MIDO

Cuando hablamos de Internet entendemos generalmente a conexiones en la red de diferentes personas, razón por la que se crearon las Redes Sociales donde es más fácil que unas personas interactúen con otras. 

No obstante, al incorporarse a Internet las comunicaciones con todo tipo de dispositivos, ha hecho que nazca un nuevo concepto, llamado Internet de los objetos, (IDO), Internet de las cosas, o por sus siglas en inglés IoT, (Internet of Things). En estas cosas ya no se incluyen solamente los ordenadores y los dispositivos informáticos móviles o portátiles, como los smartphones y tablets, sino que el término alcanza a otros dispositivos, por lo que estas comunicaciones no son solo personas sino que todo está conectado con todo. Y dado que esto existe, el marketing moderno no puede ignorar esta ventaja de conexiones multidispositivo.

A esta interacción del marketing moderno con el Internet de los objetos le llamo MIDO, como he titulado el post. (Internet de los Objetos). Si muchos se están preguntando que cuales son esos objetos conectables a Internet, la lista sería muy grande.

¿Qué es lo que puede conectarse? La respuesta es todo, si bien actualmente estamos en los albores de esta aplicación tecnológica. Las lecturas del contador de la luz, agua o gas a distancia se realizan a través de Internet si intervención humana. Los mismo podemos decir de sistemas de alarma, conexiones con los coches. De aquí ha nacido el concepto de smart cities y de automóviles autónomos, entre otros conceptos.

Pero para quedarnos más concretamente con el propósito de este post, nos centraremos en los objetos que más ayudan pueden proporcionar al marketing de los objetos. Sobre todo, tenemos a los llamados wearables.

Definiremos como wearable a aquellos dispositivos que tienen la posibilidad de poderse llevar en las personas de forma cómoda y que estén permanentemente conectados. Estamos hablando sobre todo de relojes, gafas, pulseras, anillos, zapatillas e incluso determinado tipo de vestimenta. Por poner algunos ejemplos, mencionaremos entre los wearables las gafas de Google, (Google Glass) o los relojes como el (Apple Watch o los relojes inteligentes de Android). También hay pulseras e incluso camisas inteligentes.

A su favor tienen el hecho de ser objeto del marketing móvil por su portabilidad personal, y de uso sencillo, al llevarse de forma que dejan las manos libres al usuario. Esto los convierte en un objetivo muy útil para el marketing, sobre todo para el  marketing móvil y el marketing de contenidos.

Por ahora el usuario de un wearable piensa poco en recibir mensajes publicitarios en los mismos, pero ya viene habituado porque mientras juega a un videojuego online suele recibir mensajes publicitarios, aunque sean no deseados. Más deseado puede ser el recibir vales o cupones descuentos localizados, por su utilidad y repercusión económica favorable, cosa que ya sabemos mediante las técnicas que he comentado en otros posts sobre el marketing móvil.
Apple y Nike realizaron una experiencia, para sus zapatillas conectables. Aunque esto dejó de hacerse, pambas empresas están colaborando en nuevos productos que incluyan  este tipo de conexión.

El periódico The Guardian también ha desarrollado una aplicación que envía noticias de interés según el momento del día, desde las noticias a primera hora a historias de interés en todo momento para el que se suscribe, y estar actualizado en su wearable mediante este periódico. Estos llamados “momentos” de The Guardian son siempre actuales, atractivos y de utilidad. Otros periódicos digitales están siguiendo también este ejemplo, con la finalidad de ser bien recibidos en los wearables.

Y aunque lo haya mencionado en otros post, no quiero dejar de reseñar los esfuerzos realizados en este sentido, como Inter Continental Hotel Group, que posee una aplicación de traducción de palabras y frases completas, desde el idioma inglés a diversos idiomas, para el usuario viajero poseedor de un Apple Watch. Igualmente dentro del sector turístico, que es bastante activo en este sentido, hay una aplicación desarrollada por American Airlines que informa a los usuarios con notificaciones cortas y actualizadas sobre estado de los vuelos, puertas de embarque, situación y posibles reclamaciones de equipajes, y otras acciones de utilidad. Incluso y ya durante el tiempo del vuelo informa mediante mapas sobre tiempo que falta para llegar al destino.

Todo aparato que tenga una pantalla es una oportunidad para el marketing. En el caso de los wearables, como es el caso de un reloj, al usuario en muchas ocasiones le gusta que le lleguen mensajes en ese dispositivo tan propio, e incluso le agrada enseñar a otros los mensajes y sobre todo las fotos y gráficos recibidos en su reloj.

Una característica típica de los wearables es que están prácticamente siempre conectados, con lo que las posibilidades de aceptación en la recepción de los mensajes es superior en el wearable marketing que en marketing móvil en general, con la ventaja de una recepción más personalizada y deseada. Como además es altamente localizada, la efectividad es mayor. Por otra parte, las redes sociales también se están adaptando a los wearables, analizando como ofrecer las máximas prestaciones para estos dispositivos.

Cambiando totalmente de enfoque, otra utilización del Internet de los objetos, (o cosas),  la encontramos muy claramente en el Ambient marketing, que aprovecha las cosas del entorno cotidiano en el que nos movemos, y se integra con el mismo para crear y difundir el mensaje deseado. No se trata de introducir un elemento publicitario nuevo en el entorno, sino que a diferencia de otras técnicas, el Ambient marketing se integra entre los elementos cotidianos, (objetos) y los “reinventa” para darles una finalidad de mensaje publicitario. Esto lo hace más atractivo, llamativo, y apenas poco o nada intrusivo respecto a otras formas de marketing.

En lugar de la publicidad intrusiva y no deseada por el consumidor, en el Ambient marketing se trata de hacer partícipe al consumidor, creándole la sensación de que está implicado con el mensaje mediante la utilización y ligeros cambios en los elementos donde se mueve cotidianamente. Se utilizan elementos cotidianos existentes, como el mobiliario urbano, paradas de autobuses, elementos accionados a distancia por Internet que logran hacer que las personas le dediquen un tiempo de atención, sin interrumpir su actividad natural, su ida al trabajo, a casa, al banco…

El Ambient utiliza los entornos en los que nos movemos habitualmente, ya que busca sorprender, provocar una reacción o generar nuevos puntos de vista de las imágenes del entorno en que estás situado todos los días. Por ejemplo, situados dentro del  metro, desde lo andenes al interior de los vagones, los mensajes integrados en el entorno habitual, si están bien hechos y estructurados, pueden hacernos más agradable el trayecto habitual de todos los días, lo que nos hace más proclives hacia la marca o producto que promocionamos.

Para ver la utilidad como marketing de los objetos, adjunto un link, que ya utilicé en mi post número 60 sobre Ambient marketing:


Una de las aplicaciones del Ambient marketing que no quiero dejar de mencionar nuevamente, por su interés, fue la utilizada por la ONG alemana Fifty Fifty, que bajo el nombre de Help the homeless, (ayuda a los sin techo),  realizó una acción de Ambient marketing para concienciar a las personas de la situación por la que atraviesan muchas personas sin hogar en el mundo. Junto con la agencia Havas Worldwide transformaron algunos cines de Alemania en verdaderos congeladores, encendiendo el aire acondicionado al máximo y haciendo que muchos de los asistentes en la sala se cubrieran con todo lo que llevaban. Al mismo tiempo, se proyectaba en la pantalla un corto en el que los vagabundos de aquel país explicaban que en ocasiones se tienen que enfrentar en la calle a temperaturas muy inferiores a los cero grados centígrados. Con esta acción se logró que más personas se decidieran a apoyar a esta ONG que brinda asistencia a las miles de personas sin hogar en Alemania en concreto.

No quiero cerrar este post sobre el marketing de los objetos sin recordar la otra variante del mismo, que es el Street marketing, también parte del denominado marketing de guerrilla. En todos los casos, el objetivo es que la campaña deberá sea lo bastante ingeniosa como para lograr un mensaje impactante, desarrollándose, como en el caso del Ambient marketing, sin estorbar el libre tránsito de las personas y que logre que algo cotidiano se convierta en algo extraordinario. La innovación y la espontaneidad son la clave, así como la capacidad de empatía para ponerse en la piel del usuario, para hacer que el anuncio no solamente no le estorbe, sino que sea capaz de distraerle y de mejorar su experiencia con el paisaje cotidiano.


Los objetos tienen su utilidad, y con el marketing de Internet de los objetos tienen una doble utilidad, ya que al conectarse a Internet trascienden más allá de su simple uso habitual, y el marketing de Internet de las cosas lo puede utilizar sabiamente.

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