Bien, ya tengo un producto, ¿y
ahora qué hago?, tras haber estudiado detenidamente el producto y su influencia e importancia en el
marketing en los post anteriores, y de acuerdo con las 4 P el siguiente
elemento del marketing mix tradicional, (una vez asumido que hemos calculado el
precio del producto o servicio) es la distribución, que es el camino que sigue
un producto desde que sale de la línea de producción hasta que llega al usuario
final.
En los tipos de circuitos de distribución
se consideran cuatro maneras posibles, partiendo de dos tipos de circuitos, según
la longitud del mismo. Los dos primeros se denominan de ciclo corto y los otros,
de ciclo largo. Entre paréntesis figuran el número de actores en el proceso.
•
Ciclo corto mínimo (2): Del fabricante al
usuario final
•
Ciclo corto (3): Fabricante a minorista y a
usuario final
•
Ciclo largo (4): Fabricante a mayorista, a
minorista y a usuario final
•
Ciclo largo (5): Fabricante a intermediario, a
mayorista, a minorista y a usuario final
El ciclo corto suele denominarse
como venta
directa, ya que el producto va desde del fabricante al consumidor, sin
mayores necesidades dentro de la cadena. En principio, permite un precio más
reducido, al eliminarse intermediarios.
El resto de los circuitos o
ciclos involucran a más agentes para el proceso de la distribución, siendo el
ciclo más largo al que se le denomina circuito completo de distribución pues
además del fabricante, involucra a intermediarios, mayorista, minoristas y llega
al consumidor.
Dentro de estos canales pueden
establecerse sub canales
operativos, con la finalidad de obtener mejores precios del fabricante, como
son las cadenas de tiendas y las cooperativas. En el primer caso el descuento
se obtiene por compra masiva en función del número de tiendas a nivel local,
provincial o nacional, mientras que en el segundo se trata de empresas
comercializadoras que se agrupan bajo una central de compras común con la misma
finalidad, conseguir mejores precios en función de las compras masivas. Estas
serían los intermediarios, antes de los mayoristas, minoristas y consumidor
final.
Ante esta forma de ver la
distribución, por su tipología de actuación, existen otras maneras de
considerar la distribución, como es el caso de su alcance. En este caso, la distribución
general es la que se realiza en todo tipo de establecimientos, mientras
que la distribución exclusiva se realizará en establecimientos elegidos
por un determinado criterio. Como ejemplo de cada caso, tenemos que los
productos que se venden indiscriminadamente en cualquier tipo de
establecimientos, (como en tiendas diversas, supermercados, hipermercados),
constituyen la distribución general, mientras que las tiendas específicas para
distribuir determinados productos, como joyerías, relojerías y tiendas de marca,
constituyen la elección de la venta exclusiva.
Por otra parte, existe una forma
intermedia de distribución, mixta o selectiva, que consiste en
la venta en determinado tipo de establecimientos con unas características concretas
que convengan al producto o servicio a comercializar.
La distribución de tipo general
es la que utiliza todos o la mayoría de los puntos de venta disponibles, sean
del tipo que sean y en todas las zonas de la región o país. En el caso de la
distribución exclusiva el proveedor decide en qué tipo de canales o empresas
distribuidoras ha de vender sus productos, utilizándose este tipo de estrategia
para aumentar la imagen del producto o la marca, además de permitir un mayor
margen de beneficio al distribuidor seleccionado. Algunos productos de tipo
cosmético, por citar un ejemplo, se venden exclusivamente en farmacias, lo cual
les proporciona teóricamente un valor añadido de prestigio, y al proveedor y
distribuidor (la farmacia en este caso) le permite la fijación de un precio
superior, por ser el único lugar de compra del mismo. No obstante, la
distribución exclusiva ha de observar cuidadosamente el cumplimiento de las
leyes sobre prácticas restrictivas de la competencia.
Un término intermedio entre los
anteriores es el de la distribución mixta o selectiva, que consiste en la
utilización por el fabricante o proveedor de distintos canales de
comercialización, sin abarcar la totalidad de los que podría elegir, pero sin
criterios de exclusividad, ya que en este caso se utilizan canales o
establecimientos que cumplan determinadas normas adecuadas a los fines del
proveedor, como pueden ser un determinado tamaño, ubicación estratégica u
otros. Entre estos están los de determinados concesionarios de automóviles de
marca, o los stands especiales de perfumería de lujo situados en grandes
almacenes o grandes superficies y similares. No son exclusivos, pero aportan un
standing especial.
La distribución en general ha
evolucionado en forma notable en los últimos años, desde la venta mediante un
agente intermedio (el dependiente del comercio), hasta la venta por Internet,
pasando por el autoservicio personal del usuario en el local de compra,
realizando el abono de lo adquirido al final de su elección total, en el
momento de abandonar el recinto, en unas cajas registradoras dispuestas al
efecto. A su vez, dentro del autoservicio, encontramos una evolución en el
tiempo, forma y tamaño cuya evolución ha sido la siguiente: Autoservicio,
Supermercado, Hipermercado y Centros de Compra. Mientras que los tres primeros
son de un mismo proveedor, y se diferencia sobre todo en su filosofía de
actuación y extensión, el tercero, los Centros de Compra son lugares donde se
concentran diversos centros de diferentes proveedores o marcas sin que tenga
que haber ninguna homogeneidad entre ellas. (Tipo Xanadú, en Madrid, por citar
un ejemplo).
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