sábado, 31 de octubre de 2015

Marketing de contenidos


Llevamos bastantes post seguidos hablando sobre la marca, y parece haber llegado el momento de que ofrezca otras caras del marketing para mi blog, y para no aburrir a quién me lee. 

El marketing de contenidos se basa en el hecho de que los potenciales clientes están cansados del marketing intrusivo, de que se les busca constantemente para venderles, de que las marcas se intrometan en sus vidas sin su autorización.

Por esto, una buena idea para agradar al potencial cliente es ofreciéndole algo positivo o útil antes de pedirles su atención. Entre las cosas que pueden ofrecérsele al cliente puede destacarse la información, elegida de forma que le resulte valiosa y que les atraiga hacia la empresa, y dársela de forma gratuita. Si el contenido está correctamente elegido supondrá un doble propósito: enganchar o atraer a nuevos clientes hacia la marca o empresa, y también mantener y fidelizar a los clientes actuales de la marca. Es algo así como que las marcas aporten y sepan captar la atención, sin pedir nada a cambio. Lo que se les ofrece es gratuito y útil, y basta. Repito, sin pedir nada a cambio.

El marketing de contenidos, propios de las últimas generaciones de marketing, al ser comparado con el marketing de las primeras generaciones, intrusivo y no deseado, nos ofrece un avance muy notable para el usuario, que se encuentra con regalos inesperados a su alcance, y generalmente se sentirá tentado a seguir utilizando estas fuentes de información, útiles y gratuitas que se ponen a su alcance. De esta forma, si se trata de  lectores de la Web, el Blog de la marca o las Redes Sociales, habrá un mayor seguimiento, bien en forma de suscriptores o de simples lectores, pero asiduos. Si la marca logra seguir manteniendo el interés del usuario, esta relación puede bastar para que sean clientes futuros, y por convicción.

Hay que tener en consideración que la gente entra en Internet buscando algo que necesita, y se sienten más confortables si no tienen miedo a que se les intente vender algo. Esa es la situación normal del internauta. Claro que, si la marca desea utilizar el marketing de contenidos para lograr clientes, deberá dominar el arte de, una vez lograda la atención de las personas y haberles proporcionado su regalo, saber  como venderles su marca o productos o servicios. Pero que sea por fidelidad o convicción.

Las formas más habituales de ofrecer marketing de contenidos son muy variadas, si bien las más habituales son a través de un Blog las Redes Sociales o la Web, o también la creación y publicación de contenidos periódicos puestos libremente a disposición de las personas, como son los boletines o las Newsletter. También es muy efectivo el ofrecer estudios gratuitos a través de la Web de la marca, o bien ofrecer cursos o tutoriales online. Aunque dentro del advergaming, también pueden ofrecerse juegos de interés para los potenciales consumidores de la marca.

Antes solía decirse: el contenido es el rey. Hoy el contenido ya no es el rey, porque lo que sobra en la red son contenidos, por lo que la oferta deberá ser siempre de contenidos de calidad. La calidad es lo único que puede diferenciar a una marca o empresa de otra, y lo que puede hacer que el internauta se fije o no en ella. Información de calidad, contrastada, útil y fiable, ésa es la clave del marketing de contenidos.

Otra característica de los contenidos que se ofrezcan debe ser su selectividad, es decir, nada es útil para todos, salvo en casos muy excepcionales. Por lo tanto, al ofrecer contenido de utilidad ha de hacerse siguiendo unas pautas predeterminadas, teniendo claramente en mente el objetivo hacia el que se dirige. Esto puede parecer obvio, pero no es frecuente que todas las empresas lo tengan en cuenta al diseñar una estrategia de marketing de contenidos. Recordemos que un mensaje bien orientado deberá ser enviado al público objetivo, correctamente seleccionado. Esto aplica también al marketing de contenidos. Lo que ofrezcas, lo que aportes, deberá ser útil para el que lo reciba.

Por supuesto esto no quita que, de vez en cuando, se ofrezcan contenidos de tipo general, o sobre estudios de temas generales que la marca piense que son deseados por el usuario. No obstante, la marca debe tener claro cual es su orientación y sus productos.

Sin embargo, nunca se debe caer en un Blog en limitarse a dar noticias sobre la empresa, o páginas en las Redes Sociales, típicamente Facebook, en las que se publican novedades de productos, sin enriquecimiento de información, boletines con noticias empresariales como si se enviasen folletos de productos… Nada de esto será un marketing de contenidos fructífero, y el potencial usuario es muy probable que abandone rápidamente las publicaciones de esas marcas.

Una forma de verlo es la que nos recuerda aquel proverbio que dice: “Si le das un pez a una persona, comerá un día, pero si le enseñas a pescar, comerá siempre”. Si adaptamos esta frase al marketing de contenidos y al usuario, sería algo así como: “Si le vendes una vez algo a alguien, harás simplemente un cliente, pero si le proporcionas más cosas que le interesen, tendrás un cliente fiel”.

De esta forma, el cliente agradece que le ayudes en lugar de que vayas directamente a venderle algo. Por ejemplo, ante una pregunta sobre búsqueda de un restaurante, una empresa puede sugerir al cliente cuales son los mejores restaurantes en una determinada ciudad, en lugar de presentarle como única respuesta al restaurante de su cadena.

Y esto sirve para todos los sectores, puesto que una marca de productos de belleza puede tener un blog o un enlace que lleve al lector a una página donde se ofrece soporte médico o farmacéutico sobre los cuidados de la piel, o sobre las propiedades de las vitaminas, o las formas de evitar enfermedades, mediante determinados cuidados. El que consulta agradecerá la ayuda más amplia de la esperada, y esa confianza o agradecimiento puede llevarle a probar los productos de la marca si aún no es cliente y, sin son buenos para él, la marca habrá ganado un nuevo cliente.


Las posibilidades del marketing de contenidos, correctamente llevado y dirigido, son enormes, y el cliente siempre gana.

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