Considero llegado el momento de
analizar el marketing mas conveniente según el tipo de producto, porque es muy
importante conocer las diferencias dado que existen tres grandes grupos de productos según el experto Philip Kotler:
productos de consumo, productos industriales y servicios. Los productos
de consumo son aquellos que se destinan al uso personal, generalmente a
nivel del hogar, y en este post vamos a concentrarnos en ellos. En estos, hay de considerar cuatro categorías de clasificación
primaria:
•
De conveniencia
•
De consumo duradero
•
De especialidad
•
Productos no buscados
Un producto de conveniencia es un
artículo relativamente barato cuya compra exige poco esfuerzo. Es decir, un
consumidor no estaría dispuesto a emprender una búsqueda extensa para encontrar
ese artículo. Dentro de esta categoría hay otras tres: algunos son de compra
regular (alimentos, jabón, dentífrico), otros de compra por impulso
(revistas, bombones, caramelos, pasteles), y otros son productos de emergencia,
como los paraguas o los chubasqueros.
Un producto de consumo
duradero es adquirido con la idea de una larga vida de utilización, por
lo que requieren un proceso largo de decisión, que a su vez ha de ser muy
estudiada, y poco o nada impulsiva. Por estas razones, estos productos tienen generalmente
un precio bastante superior a los productos de conveniencia.
Los productos denominados de
especialidad o novedad son aquellos cuya adquisición se realiza
generalmente de forma muy esporádica o poco frecuente, suelen tener un precio
elevado, al menos en comparación con los anteriores, la decisión de compra es
más compleja y reflexiva, y los puntos de ventas son menos y más exclusivos. La
marca suele tener gran influencia en la elección de este tipo de productos.
La categoría de productos
no buscados incluye a aquellos productos más o menos desconocidos o
bien que en principio no son buscados por los consumidores, (como por ejemplo,
los nuevos productos). Incluso cuando son conocidos no es habitual buscar su
adquisición, y suelen requerir de gran promoción para provocar su consumo. Imaginemos
en este caso a los relojes de lujo y alto precio.
Una vez descritos y conociendo
sus características, vemos el marketing más conveniente en cada caso, siempre
dentro de los productos de consumo, que es lo que trato en este post.
Marketing adecuado
En los productos de conveniencia,
sobre todo en los de compra regular, la estrategia más adecuada
a emplear es colocarlos en muchos lugares para que se encuentran al alcance
de la mayor cantidad de clientes posible dentro de su segmento de mercado. La
argumentación más frecuente es basarse en el precio, aunque también es cierto
que en algunos casos la imagen de marca suele ser bastante importante.
En este entorno es frecuente la aparición de marcas blancas, (marcas del
distribuidor), por lo que además de un precio competente, es necesario
hacer hincapié en las cualidades de la marca y su calidad.
Dentro de los productos de
conveniencia, además de los de compra regular tenemos los de compra
por impulso, y en este caso, se puede mantener un precio más flexible,
y colocarlos en lugares adecuados dentro del local, como son a la
salida, junto a las cajas de pago, ya que pueden motivarse muchas
compras de esta forma.
Por último, dentro de los
productos de conveniencia están los productos de emergencia, que son de
compra muy esporádica y en este caso no se trata de tener muchos productos a la
vista, sino de tener en la trastienda reserva suficiente para esos casos de
emergencia, (por ejemplo lluvias súbitas), y ponerlos a disposición en ese
momento, con un precio libre, algo más alto de lo habitual, como es el caso de
los paraguas o los chubasqueros.
Si consideramos ahora los
productos no duraderos, pensando en algunos como los televisores, neveras
o automóviles, el mejor recurso de marketing es el refuerzo de la imagen
de marca y la venta personalizada. Aunque el
precio siempre está presente en todos los productos de consumo, en el caso de
los no duraderos el precio ha de ser contenido, pero si se aporta como marca un
plus
de calidad y la venta personalizada, el precio pasa a un segundo plano,
aunque es recomendable un política de descuentos in situ.
Los productos denominados de
especialidad o novedad son los que se adquieren de forma muy esporádica
o poco frecuente, y en esos casos cuando el cliente los desee va a ir buscarlos dondequiera que estén, por lo
que el
esfuerzo de venta será mínimo,
no se requiere generalmente un gran esfuerzo de promoción, y el precio importa
poco, pues el cliente irá directo a por la marca de su preferencia.
Por el contrario, en el caso de
los productos
no buscados, el esfuerzo del vendedor ha de ser muy intenso, con
campañas para darlos a conocer, complementados por la venta personalizada. En
estos casos, (enciclopedias temáticas, por ejemplo), las acciones de marketing
han de ser muy intensas, con gran inversión en publicidad y promoción.
Resumen complementario
Estas son, a grandes rasgos las
estrategias recomendadas para el marketing en productos de consumo, pero en
todos los casos la estrategias de comunicación y de distribución
tienen una gran importancia en el marketing de productos de consumo de todo
tipo. Siendo de enorme importancia la estrategia de distribución, puedes
encontrarte en este segmento con que tu propio distribuidor se convierte
parcialmente en tu enemigo, al crear sus marcas blancas, o marcas
de distribución. De esta forma, nos encontramos con que habrá que realizar
profundos esfuerzos de negociación entre la marca y el distribuidor, ya que la
marca blanca tiene todo el poder y apoyo en los lugares estratégicos y precio
por parte de distribuidor. Sin embargo, como la crisis ha venido a reforzar la
postura del consumidor de buscar el precio más barato en
productos de consumo, sobre todo en temas como la alimentación y productos de
limpieza y otros del hogar, en este proceso ha habido algunas marcas de nivel
medio que han tenido que terminar aceptando fabricar marcas blancas para el
canal de distribución, cayendo en sus redes. De esta manera, aunque con
márgenes bajos, siguen compitiendo.
Además, el canal distribuidor
tiene en sus manos dos nuevas ventajas: potenciar sus propios productos
mediante tarjetas de fidelización de los consumidores ofreciendo productos que solo
se pueden encontrar en sus supermercados o hipermercados, y también la
posibilidad de subir artificialmente los precios de las otras marcas que venden
para reforzar sus productos de marca blanca. Eso, además de la priorización
de sus productos de marca blanca en las estanterías del supermercado, por
ejemplo.
¿Cómo podemos combatir esto? Lo
único que puede hacer el marketing de las marcas es obtener ventaja competitiva
por medio de tres de sus principales virtudes: el poder de la imagen
de la marca, la capacidad de innovación y la internacionalización. En
esto las marcas superan a las marcas de supermercado. Si nos fijamos en el
poder de innovación constante de Danone, lanzando nuevos productos derivados de
los que ya tienen, como en el segmento de la salud, creando productos para
ayudar a reducir el colesterol, facilitar la digestión o mejorar las defensas.
Según estudios recientes, las marcas grandes tradicionales les ganan por
goleada en innovaciones a la marcas blancas, pues aunque la distribución
también realiza investigación, es mucho menor e inferior, en general, a la de
las grandes marcas.
Otra opción de marketing
de consumo para poder competir en mayor igualdad es la posibilidad de que
las marcas creen segundas marcas para luchar contra las marcas blancas de la
distribución. De esta forma, si las marcas crean unas segundas marcas con menor
precio es similar a la creación de las marcas blancas por la distribución. Al
decidir crear una segunda marca para ganar cuota de mercado a la competencia
hay que considerar que la nueva marca se enfrenta a la competencia pero también
con la propia empresa que la crea. El objetivo deseado es que el impacto
producido por la marca sea escaso en la propia empresa y bastante mayor en la
competencia y en la distribución.
Es justo en este mercado de
consumo donde la lucha es más encarnizada. Por estas razones hemos
de recordar que el precio es uno de los recursos más adecuados para la
competencia, dentro del marketing mix en los productos de consumo. Conseguir
dar más calidad, con un precio reducido o razonable por parte de las marcas
solo es posible por medio de la capacidad de innovación que posea la
marca, fortaleciendo su imagen, y no dejando que se desvanezca su
recuerdo.
De todas formas, el mercado de
consumo depende notablemente de acciones de Outbound marketing, para reforzar
la imagen de marca y recuerdo de productos, o bien para darlos a conocer en el
caso de nuevas marcas. Reforzarlas con actividades de Inbound marketing puede
contribuir grandemente a la difusión y a desterrar el olvido.
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