Llevamos bastantes post seguidos
hablando sobre la marca, y parece haber llegado el momento de que ofrezca otras
caras del marketing para mi blog, y para no aburrir a quién me lee.
El marketing de contenidos se
basa en el hecho de que los potenciales clientes están cansados del marketing
intrusivo, de que se les busca constantemente para venderles, de que las marcas
se intrometan en sus vidas sin su autorización.
Por esto, una buena idea para
agradar al potencial cliente es ofreciéndole algo positivo o útil antes de
pedirles su atención. Entre las cosas que pueden ofrecérsele al cliente puede
destacarse la información, elegida de forma que le resulte valiosa y que les
atraiga hacia la empresa, y dársela de forma gratuita. Si el contenido está
correctamente elegido supondrá un doble propósito: enganchar o atraer a nuevos
clientes hacia la marca o empresa, y también mantener y fidelizar a los
clientes actuales de la marca. Es algo así como que las marcas aporten y sepan
captar la atención, sin pedir nada a cambio. Lo que se les ofrece es gratuito y
útil, y basta. Repito, sin pedir nada a cambio.
El marketing de contenidos,
propios de las últimas generaciones de marketing, al ser comparado con el
marketing de las primeras generaciones, intrusivo y no deseado, nos ofrece un
avance muy notable para el usuario, que se encuentra con regalos inesperados a
su alcance, y generalmente se sentirá tentado a seguir utilizando estas fuentes
de información, útiles y gratuitas que se ponen a su alcance. De esta forma, si
se trata de lectores de la Web, el
Blog de la marca o las Redes Sociales, habrá un mayor seguimiento, bien en
forma de suscriptores o de simples lectores, pero asiduos. Si la marca logra
seguir manteniendo el interés del usuario, esta relación puede bastar para que
sean clientes futuros, y por convicción.
Hay que tener en consideración
que la gente entra en Internet buscando algo que necesita, y se sienten más
confortables si no tienen miedo a que se les intente vender algo. Esa es la
situación normal del internauta. Claro que, si la marca desea utilizar el
marketing de contenidos para lograr clientes, deberá dominar el arte de, una
vez lograda la atención de las personas y haberles proporcionado su regalo,
saber como venderles su marca o
productos o servicios. Pero que sea por fidelidad o convicción.
Las formas más habituales de
ofrecer marketing de contenidos son muy variadas, si bien las más habituales
son a través de un Blog las Redes Sociales o la Web, o también la creación y
publicación de contenidos periódicos puestos libremente a disposición de las
personas, como son los boletines o las Newsletter. También es muy efectivo el
ofrecer estudios gratuitos a través de la Web de la marca, o bien ofrecer
cursos o tutoriales online. Aunque dentro del advergaming, también pueden
ofrecerse juegos de interés para los potenciales consumidores de la marca.
Antes solía decirse: el contenido
es el rey. Hoy el contenido ya no es el rey, porque lo que sobra en la red son
contenidos, por lo que la oferta deberá ser siempre de contenidos de calidad.
La calidad es lo único que puede diferenciar a una marca o empresa de otra, y
lo que puede hacer que el internauta se fije o no en ella. Información de
calidad, contrastada, útil y fiable, ésa es la clave del marketing de
contenidos.
Otra característica de los
contenidos que se ofrezcan debe ser su selectividad, es decir, nada es útil
para todos, salvo en casos muy excepcionales. Por lo tanto, al ofrecer
contenido de utilidad ha de hacerse siguiendo unas pautas predeterminadas,
teniendo claramente en mente el objetivo hacia el que se dirige. Esto puede
parecer obvio, pero no es frecuente que todas las empresas lo tengan en cuenta
al diseñar una estrategia de marketing de contenidos. Recordemos que un mensaje
bien orientado deberá ser enviado al público objetivo, correctamente
seleccionado. Esto aplica también al marketing de contenidos. Lo que ofrezcas,
lo que aportes, deberá ser útil para el que lo reciba.
Por supuesto esto no quita que,
de vez en cuando, se ofrezcan contenidos de tipo general, o sobre estudios de
temas generales que la marca piense que son deseados por el usuario. No
obstante, la marca debe tener claro cual es su orientación y sus productos.
Sin embargo, nunca se debe caer
en un Blog en limitarse a dar noticias sobre la empresa, o páginas en las Redes
Sociales, típicamente Facebook, en las que se publican novedades de productos,
sin enriquecimiento de información, boletines con noticias empresariales como
si se enviasen folletos de productos… Nada de esto será un marketing de
contenidos fructífero, y el potencial usuario es muy probable que abandone rápidamente
las publicaciones de esas marcas.
Una forma de verlo es la que nos
recuerda aquel proverbio que dice: “Si le das un pez a una persona, comerá un
día, pero si le enseñas a pescar, comerá siempre”. Si adaptamos esta frase al
marketing de contenidos y al usuario, sería algo así como: “Si le vendes una
vez algo a alguien, harás simplemente un cliente, pero si le proporcionas más
cosas que le interesen, tendrás un cliente fiel”.
De esta forma, el cliente
agradece que le ayudes en lugar de que vayas directamente a venderle algo. Por
ejemplo, ante una pregunta sobre búsqueda de un restaurante, una empresa puede
sugerir al cliente cuales son los mejores restaurantes en una determinada
ciudad, en lugar de presentarle como única respuesta al restaurante de su
cadena.
Y esto sirve para todos los
sectores, puesto que una marca de productos de belleza puede tener un blog o un
enlace que lleve al lector a una página donde se ofrece soporte médico o
farmacéutico sobre los cuidados de la piel, o sobre las propiedades de las
vitaminas, o las formas de evitar enfermedades, mediante determinados cuidados.
El que consulta agradecerá la ayuda más amplia de la esperada, y esa confianza
o agradecimiento puede llevarle a probar los productos de la marca si aún no es
cliente y, sin son buenos para él, la marca habrá ganado un nuevo cliente.
Las posibilidades del marketing
de contenidos, correctamente llevado y dirigido, son enormes, y el cliente
siempre gana.