Es cierto, aparentemente parece
una paradoja. No nos cansamos de hablar de trato personalizado al cliente, con
dedicación particularizada… y nos ponemos a hablar de marketing automatizado,
lo que parece un contrasentido.
Pues no. Realmente no hay ningún
contrasentido. Para hacer bien las cosas y no olvidar nada, ninguna parte del
proceso, no viene nada mal tener automatizadas diversas fases y funciones del
marketing, sin perder por ello ni un ápice de la personalización necesaria.
Ya en el post del 14 de Enero
pasado, traté el tema del CRM, una buena base para las acciones de marketing
automation, ya que los CRM, (Customer Relationship Management), son
sistemas informáticos para mejorar las relaciones entre la empresa y los clientes.
Con este tipo de soluciones la empresa se asegura que todos los contactos entre
la empresa y los clientes estén recogidos dentro de un mismo sistema, de forma
que puedan ser consultados en cualquier punto del proceso por cualquier persona
de la empresa, centralizándose la información y los contactos, para evitar
duplicaciones, frecuencias excesivas o largas ausencias sin contactar. Estos
CRM poseen todas las pautas posibles para cuidar al máximo las relaciones
cliente-empresa, precisamente para que el departamento de marketing no descuide
nunca esas relaciones, y las maneje de la forma más eficiente posible.
Posiblemente uno de los elementos
más diferenciadores del Marketing relacional, aparte del cuidado de los
clientes y de sus relaciones individualizadas, es la importancia que se le
concede al marketing posventa. Y es que este uno de los mejores candidatos
a la automatización. Como contiene dentro el proceso logístico, el enfoque completo
incluye conocer la opinión del cliente sobre lo que ha adquirido, darle un soporte
adecuado sobre lo que pueda necesitar adicionalmente, (instrucciones, ayuda
complementaria, posibilidades de mejora, actualizaciones), además de la
garantía de la compra, que está regulada por ley. De esta forma el cliente debe
sentir que no solamente ha comprado a una marca, sino que se ha
establecido un vínculo, lo que le hará ser constante y fiel con la
empresa o marca y, al fin y al cabo, si está satisfecho con lo que tiene, ¿para
qué va a cambiar?. Es un enfoque más humano, y de persona a persona, lo que le
convierte en más amigable y satisfactorio. Como vemos, el hecho de que está
automatizado no quita en absoluto que la relación sea totalmente personalizada.
Lo
que se automatiza no es la relación cliente-empresa, que es muy personal,
sino los procesos, consultas, actualizaciones, organización y etapas que
incluye.
Un proceso automatizable siempre
es la selección de los objetivos o clientes a considerar. Las
empresas tienen diversas tipologías de clientes, y hay clientes que consumen gran cantidad de recursos de la empresa y compra poco,
y lo poco que compra deja poco margen, y siempre intenta negociar sacando el
máximo provecho a su adquisición. Estos clientes siempre deben ser examinados detenidamente
con lupa y en muchos casos deberían ser desechados, (a criterio de la empresa),
aunque para desecharlo nunca se hará sin efectuar un detallado análisis de las
razones de su comportamiento. En este proceso de selección la automatización es
fundamental para no requerir esfuerzos notables de dedicación del personal de
marketing.
El éxito en la implantación de
los CRM viene de su valiosa aportación a los procesos de automatización del
marketing. Estos procesos permiten realizar acciones de marketing
automáticamente sin necesidad de invertir tiempo y personas cada vez que se
ejecuten. Gracias a la automatización del marketing nos aseguramos de
entregar el mensaje adecuado al público realmente objetivo en cada uno de
los momentos y campañas. Si no estuviesen automatizados, sería prácticamente
imposible realizarlos adecuadamente, además del derroche de medios que se
precisarían.
En el marketing moderno, con
estrategias orientadas al cliente de marketing relacional, la automatización
del marketing, aunque de forma diferente en intensidad, abarca ambas etapas de
captación de clientes: la atracción del potencial cliente, y la conversión real
en cliente.
Inicialmente, y mediante el uso
de las técnicas de Inbound marketing sobre todo, intentamos atraer a los
potenciales clientes y cuando han demostrado un interés inicial, (por ejemplo,
cuando han hecho clic en nuestro reclamo), hay todo un proceso de automatización
del marketing capaz de convertir ese cliente potencial en cliente real.
El marketing automatizado puede
ayudarnos a la selección previa de clientes para elaborar el plan de marketing
relacional, con premisas deseables, como las siguientes:
•
Perseguir
beneficios a medio y largo plazo para empresa y cliente
•
Lograr
el mayor grado de satisfacción del cliente
•
Planificar
la mejora de la calidad en las relaciones de forma continua
•
Crear
una auténtica relación bilateral con el cliente
•
Crear
un sistema dinámico y flexible para adaptarse a las circunstancias
•
Ofrecer
el mejor servicio posible a los clientes seleccionados
•
Orientar
toda
la empresa hacia al cliente (en todos sus departamentos y empleados)
•
Personalización
de las acciones por cliente
En definitiva, quiero dejar
claro, porque a veces se han creado equívocos, que es absolutamente compatible
la automatización del marketing con el marketing relacional y el trato
personalizado. Los sistemas de automatización del marketing, la creación de los
CRM como un elemento diferenciador dentro de los ERP, (Enterprise Resources
Management), ha potenciado notablemente las relaciones mejoradas entre la
empresa y los clientes, aumentando el grado de fidelidad y de satisfacción.
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