El objetivo final del marketing
es la venta. Cualquier otra intención estaría incompleta. Para lograr una venta
son necesarias dos cosas inicialmente: tener algo que vender y que el mercado
sepa que lo tenemos.
A veces las acciones de marketing
son erróneas o incompletas. Existe un afán de dar a conocer nuestro producto en
el mercado que a veces perjudica la visión final. Como siempre, el objetivo no
estar en machacar al mercado con anuncios y promociones constantes de algo que
queremos comunicar, (vender), sino de estar atentos al mercado y dar
respuestas. El proceso de compra comienza con el reconocimiento de una
necesidad por parte del potencial comprador. A esta parte es a la que yo llamo
la NASA, para que sean fáciles de recordar las siglas, (Necesidad,
Alternativas, Soluciones y Adquisición).
Si no hay necesidad, no hay venta.
El marketing no provoca necesidades, pero sí que debe detectar las que existen
en el mercado. Quién tiene una necesidad, buscará qué alternativas existen para
satisfacerla. Si el potencial usuario encuentra alternativas, buscará las
mejores soluciones existentes. Si entre las mismas encuentra alguna que
encaje con sus perspectivas, (grado de solución precio, disponibilidad,
cercanía…), pasará a la fase más deseada por el marketing empresarial, que es
la adquisición.
Visto lo anterior, que refleja la
situación del usuario, nuestros mensajes y acciones de marketing se orientarán siempre
hacia el estándar AIDA, (Atención, Interés, Deseo y Adquisición).
Esto es el marketing de toda la
vida, por lo que no debemos olvidar nunca que para lograr una venta, es
imprescindible que el mensaje emitido logre la atención del potencial consumidor,
pues en caso contrario el mensaje es inservible. Sucesivamente, el mensaje debe
captar la atención, y provocar un interés sobre lo que se está comunicando.
Estas dos etapas son absolutamente imprescindibles para lograr las dos siguientes
ya que, tras haber logrado captar la atención de la persona y estimulado su
interés, el paso siguiente es hacer que sienta deseo por poseer el
producto o servicio ofrecido en el mensaje y, definitivamente, este deseo
siempre debería llevar a la adquisición del mismo.
En productos nuevos, lo más
frecuente si se dispone de presupuesto es la realización de Outbound
marketing para ser conocidos en el mercado. Las empresas de nueva
creación, si disponen de inversiones notables para marketing eligen crear una
imagen de marca a corto plazo con el Outbound marketing, es decir, intrusión
mediante medios masivos. Como ejemplo pongo el de una aseguradora como verti,
que hace unos años no era conocida, por lo que sencillamente no existía para el
usuario medio. Ahora ya está situada entre las empresas bien conocidas del ramo
de los seguros, gracias a las campañas en medios masivos que, como la
televisión, la dieron a conocer a una saturada potencial clientela. A partir de
ese momento, ya era una empresa o marca competidora más en el mercado. Por
descontado que posteriormente ha seguido realizando acciones de Outbound marketing,
que son acciones necesarias de recuerdo, como hace el resto de las aseguradoras,
pero inmediatamente ha pasado a gestionar el Inbound marketing, con presencia
activa en Twitter y en Facebook
Pero hemos de fijarnos que en
esta fase de comunicación apenas hemos cubierto una parte del proceso AIDA, que
es la atención, y tal vez ni siquiera eso, pues no deja de ser una empresa más,
en este caso del sector de los seguros.
Pero verti es una empresa astuta,
y las fases de atención e interés las ha logrado con una publicidad diferente.
Sus mensajes siempre son más rompedores que los de sus competidores en general,
además del hecho de que su logo es totalmente en minúsculas, y su lema: “seguros
para la gente despierta”. Por esta razón realiza anuncios populares en los
medios masivos, con gente dormida que la despierta el canto de un gallo, y ya
se convierte el anuncio en algo dinámico y alegre. Utiliza también el humor del
absurdo o imprevisto, igualmente para llamar la atención.
Los mensajes en Inbound marketing
son igualmente llamativos e incluso algo desconcertantes, rayando en lo
absurdo, para destacar. Para esta empresa, el proceso de provocar el deseo,
tercer componente de AIDA, así como la adquisición, (compra o contratación), se
mueve con mayor facilidad con acciones de Inbound marketing, aunque siempre sin
dejar el Outbound marketing de recuerdo constante.
Una campaña actual es la
reinvención de los cuentos infantiles tradicionales, partiendo de que “si tu
compañía de seguros siempre te está contando un cuento, déjate de cuentos”, comenzando
con el cuento de los tres cerditos. La atención está garantizada. El apoyo de
las Redes Sociales y el email marketing le dan el conveniente soporte adicional
al marketing, sobre todo para el cuarto componente de AIDA, que es el de la decisión
de compra.
En definitiva, lo que AIDA nos
transmite en toda acción de marketing es que el consumidor generalmente está ya
muy saturado y hay que captar su atención de forma novedosa y creativa. Las
acciones de Street marketing y Ambient marketing, (en general todo el marketing
de guerrilla, dentro del Inbound marketing), son las más adecuadas en el entorno
actual en que nos movemos, si queremos captar la atención del consumidor, primero,
provocar luego su interés, su deseo por el producto y su adquisición. En los
post desde el 13 de Enero pasado al 29 de Enero se trata de los tipos de
marketing mencionados en este post.
Si queremos conseguir al cliente,
no olvidemos AIDA.
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