Con
el incremento de la importancia de las redes sociales y mundo 3.0, que en algunas
ocasiones me han preguntado si lo
que podríamos considerar marketing tradicional ha
desaparecido.
En
principio, me producía extrañeza esta pregunta, pero ante la repetición de la
misma, de una u otra forma, han saltado mis alarmas.
He
dado un repaso por los blogs, (los míos y los de terceros), y en realidad
encuentro que el tema de que el marketing actual está en las redes sociales,
que el invertir en publicidad es un error, que está desfasado y es un gasto
inútil… que finalmente he tenido que reconocer que el tema esta “tan de moda”
que mueve a error a los mas nuevos en el tema, o a los jóvenes estudiantes de
marketing, que están como desconcertados.
Bueno…
es cierto que las empresas han de estar en las redes sociales, tienen que
entrar en el multílogo que se crea en la red, o se perderán sustanciosos
comentarios relativos a la empresa o a determinados productos de la misma. Yo,
tanto como Carlos Borrás y como CB Consulting estoy presente, tanto en Twitter,
(@cborras), como en LinkedIn o en Facebook, a nivel personal y como página de
empresa. Más o menos acertadamente, pero estamos presentes, e intentando
hacerlo mejor cada día.
Pero
estamos hartos de leer lo de que es la única manera de estar, que es el futuro,
que desde el manifiesto Cluetrain, (http://es.wikipedia.org/wiki/Manifiesto_Cluetrain ) las empresas han de cambiar el chip,
que si la figura del Community Manager… (que por cierto, ahora aparecen
Community Managers por todas partes). Cualquiera que sepa escribir en Twitter y
en Facebook parece que ya puede denominarse Community Manager.
Vamos
por partes. ¿La empresa debe participar en estas redes? Rotundamente sí. ¿El
marketing tradicional ha muerto?. Rotundamente no.
En
plena era de proliferación de los CRM, (Customer Relationship Management), no
vamos ahora a romperle los esquemas a las fuerzas de marketing empresariales.
Lo cortés no quita lo valiente. Lo uno no quita a lo otro. Las empresas han de
seguir con su marketing tradicional, porque lo saben hacer muy bien, porque es
necesario, y porque es una parte más del marketing pasado, actual y futuro. Estar
en la red, bien, observar qué se cuece en la red, mejor, participar en lo que
se dice, mucho mejor. Pero no por ello puede decir: ahora me ahorro de golpe
los tantos millones en publicidad de cada año. Ojalá pudiera ser así, (con
permiso de las agencias), pero no lo es.
Desde
luego que cuando estoy viendo la televisión no puedo evitar que unos anuncios
invasivos se metan en mi tranquila visión del programa o película que me guste.
Y, aunque dude de la eficacia, (o no, que ya lo veremos), lo cierto es que las
empresas están acostumbradas a comunicarse así, de forma unilateral, invasiva y
constante. Y si no lo hacen, su competidor más directo sí que lo va a hacer. Y
el olvido es algo consustancial al hombre. Por eso vienen esas dosis de
refuerzo que la publicidad nos aporta, por radio, televisión, vallas
publicitarias y otros medios masivos y no masivos.
Por
otra parte, las tecnologías modernas se van incorporando al marketing, y con la
cartelería digital, el vending, las aplicaciones sociológicas del marketing
lateral, la realidad aumentada, la creación de marcas blancas, de segundas
marcas… eso, aunque moderno, sigue siendo marketing 1.0, o si quieres, le
llamamos tradicional. Tranquilos los estudiantes de marketing, que todo lo que
les han enseñado sigue, y seguirá, sirviéndoles. Faltaría más.
Lo
que ocurre es con tanto empuje del mundo 3.0 en las técnicas de marketing y comunicación,
surgen razonables dudas sobre los métodos tradicionales, hasta el punto de que mis
alumnos y lectores cada vez me hacen más consultas, como decía al principio de
este post, sobre si el marketing tradicional ha muerto.
Pues
nada, sigue bien vivo y coleando, y lo que le queda. Pero, eso sí, no olvidemos
que las empresas deben entrar claramente en las redes sociales, saber qué
ocurre, qué se opina de ellas o de sus productos, porqué los clientes están
molestos, si es el caso, y dar noticias, actualizaciones y explicaciones.
Pero,
eso sí, sin abandonar el marketing tradicional, el de siempre, y seguir con ese
programa de CRM tan majo que hemos implantado en la empresa. Vamos a sacarle jugo...
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