Lo
he visto en numerosas ocasiones, cuando hay crisis, ¿porqué el marketing es el
gran perjudicado?
Y
es que si hay un concepto dentro del negocio que siga más fielmente a la
evolución social, ese es justamente el marketing. Claro que hay una relación
directa. Pero el binomio crisis = recortes en marketing, es un error.
Comencemos
por aclarar que el marketing no es un departamento. El marketing es toda una
filosofía empresarial, casi tan antigua como la vida en comunidad. Es decir, ya
el trueque de cosas en los albores de la humanidad era marketing. El que los
fenicios introdujesen el dinero como unidad de cambio no fue sino un paso más.
Decimos
que en tiempos de crisis el marketing es el gran perjudicado. Si hablamos del
marketing tradicional, es cierto que ante las crisis se recorta rápidamente del
presupuesto de marketing, y no solamente en las Pymes sino también en las grandes
empresas. Claro que llegados este punto, habrá que matizar. ¿Qué es exactamente
el presupuesto de marketing?
Si
entendemos como recorte de los gastos de marketing el recorte de la publicidad,
pues es bastante cierto que se cumple, la mayor tentación es recortar. Menos
mal que a veces muchas empresas, sobre todo grandes, hacen aquello de la “huida
hacia delante” y acuden a la publicidad como tabla de salvación para mantener
su cuota de mercado. Pero la publicidad es sólo una parte del presupuesto
empresarial. Hay otra parcela del marketing, la gran olvidada dentro del Marketing
Plan, que es la parcela de conocimiento del mercado, del consumidor, de
su evolución y seguimiento, lo que incluye frecuentes o periódicos estudios de
mercado, de situación y de competencia. Y esta es la parcela real e
injustamente olvidada. Y, precisamente, esta es la parte del negocio que puede
salvar el plan de continuidad, de viabilidad de la empresa.
Existe
poca cultura de marketing, incluso en empresas grandes. Por razones de
prudencia no voy a dar nombres en este post de empresas grandes que entran en
el error de recortar justo de donde no se debe, no se puede, sería mejor
decir. Pero lo hacen, y perjudicando
seriamente al negocio.
Yéndonos
hacia atrás en el tiempo, uno de mis clientes dejó de hacer un estudio de
mercado, concretamente en España, sobre la situación del consumidor y su
opinión sobre la tecnología y su disposición al cambio, A cambio decidió hacer
un estudio de panel de comparación de sus precios con los de la competencia. Esta
empresa lo consideraba sagrado, mientras que mi empresa CB Consulting le decía
que eso estaba ya anticuado, y le proponía el estudio del mercado del
comportamiento del consumidor y su relación con los avances de la tecnología. Por
otra parte, ante la misma recomendación de CB Consulting, otro cliente sí que
quiso hacer este estudio en España. Pues se detectó que el usuario español sí
que realmente era sensible a comprar la última tecnología, aún costándole mas
caro el PC, en lugar de segur comprando la anterior, más barata.
Estamos
hablando en concreto de los chips 386 y los 486, y de hace más de 10 años años.
El proveedor que hizo el estudio recomendado por CB Consulting comenzó a pedir
a la casa matriz más PC basados en chips 486, en detrimento de los basados en
386, y aunque leído ahora pudiera parecer un suicidio empresarial, resultó ser
la táctica acertada.
Y
es que en poco tiempo los 386 caían en picado en sus ventas, debieron prácticamente
saldarse para no incurrir en mayores pérdidas, mientras que el segundo cliente
tuvo un excelente acierto y estuvo en la onda, quedándose con un escasísimo
stock de 386 y habiendo ganado tiempo en la comercialización de los 486, por
delante de los demás. El primer cliente, el del panel de seguimiento de precios
del mercado, se tuvo que tragar su stock y tardó en reconocer su error. Que
conste que CB Consulting se lo recomendó.
A
título de anécdota, el que acertó era un proveedor norteamericano de prestigio.
El que se basó en los precios, el anclado en el pasado, era un proveedor
japonés, también de prestigio pero japonés, más tradicional. Ofrecía buena
calidad, pero mala lógica de mercado. Y, encima, poco propenso a confiar en el
consultor.
El
marketing, como decía a principio del blog, evoluciona muy rápidamente con la
sociedad. Las personas que se dedican al marketing ya son otra cosa, muy
distinta.
La
lección o moraleja es que ante la crisis, hay que analizar el mercado, y
siempre desde el punto de vista del usuario. Ya nada está basado en la
competencia de precios, al menos no es lo determinante.
Y
hoy, con el marketing 3.0 es fácil: es el usuario el que dirige, y el que dice.
El usuario está siempre ahí, y sólo hay que saber escucharlo.
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