Antes de entrar fuerte en el tema, hoy
toca un poco de crítica, porque los derroteros que voy viendo cada día así lo
requieren. Parece ser que en lo relativo al marketing todo el mundo puede
opinar, lo que sería positivo, si
se conservase la humildad del profano en los que lo realmente lo son.
Esta
fuerte entrada viene a cuento porque en mi trayectoria profesional y docente he
encontrado mucho entendido en marketing, porque el marketing es muy sencillo.
Y si esta estupidez era relativamente frecuente en el marketing tradicional
(llamado 1.0), ni que decir tiene que en el marketing 2.0 donde las cañas se tornan lanzas.
Esto
ya viene de tiempo atrás, donde el departamento de marketing era muchas veces
un incomprendido en la empresa, o cuando menos ignorado, y todo el mundo estaba
capacitado para opinar…
Todo
el mundo dice, o decía, al referirse al marketing aquello de, ¡ah, sí, lo de
las 4 P! Triste simplificación, aunque frecuente, y más aún cuanto que las
famosas 4 P son en realidad alrededor de 8, como he comentado en un reciente
post.
Si
ya es complejo el marketing tradicional, nada menos que el pilar principal de
la supervivencia de la empresa, al llegar el 2.0 la cosa se complica muchísimo
más, a pesar de que ahora todos juegan al marketing 2.0 como algo sencillo.
(Claro, parece estar al alcance de un clic).
Sin
embargo, en el marketing tradicional podía llegar a ser difícil posicionarse,
pero también era relativamente difícil, y lento, perder la posición alcanzada.
Con el marketing 2.0 todo es mucho más rápido y dinámico, (eso no significa que
sea más fácil hacerlo bien), y en cuestión de segundos, un error, y la
viralidad se encarga del resto.
Recordemos
un par de cosas llegados a este punto. La primera, que un marketing empresarial
responsable y bien hecho no es sencillo en absoluto. Cuando los alumnos dejan
de serlo y se encuentran con la responsabilidad del marketing empresarial, se
dan cuenta del tremendo valor del marketing y de la gran responsabilidad que se
asume. La segunda, que el marketing 2.0 no excluye el marketing tradicional.
Ambos están para complementarse.
Cuando
repito en mis posts que marketing está vivo, justo pretendo enfatizar que me
refiero a un marketing completo, con su dosis de marketing tradicional y de
marketing 2.0/3.0, sabiamente mezclados. Aprovecho para recordar que este Blog lo
creé con el propósito de ayudar a muchas personas a estudiar, entender y
aplicar el marketing, así como con la intención de que pudiera ser un foro de
encuentro para personas de marketing.
El
tema de marketing tradicional y 2.0/3.0 no es algo temporal. Es cierto que
antiguamente la oferta era relativamente poca, y la demanda potencial
relativamente alta, por lo que el usuario estaba poco informado, y el método de
machacar
a la potencial audiencia era fructífero. Grandes cantidades de dinero invertidas
en medios masivos eran adecuados. De hecho, todavía un eslogan repetido por los
proveedores es: “anunciado en TV”.
Lo
que ocurre es que actualmente la gente aprovecha “los anuncios” para ir al
lavabo o hacer zapping, y gran parte de los mismos se pierden en las ondas. La
estrategias para combatir el zapping son el poner a las mismas horas en
diversas cadenas el mismo anuncio. Tal vez, por aburrimiento, o despiste, le llegará
al alguien.
Por
el contrario, todo el mundo se conecta voluntariamente a Internet. Pero
ocurre algo parecido: el banner ya es ignorado de forma
sistemática, por lo que tiene de 1.0, (a pesar de estar en el teórico entorno
2.0), y también hay que recurrir a argucias para lograr que alguien se fije en
nuestro banner.
Entramos
en el tercer foco: las redes sociales. ¿Sirven para nuestros propósitos?. Si
los propósitos son los lógicos de hacer negocio… paciencia. Si inicialmente
queremos darnos a conocer, entonces bien… pero también paciencia. Y mucha atención.
Atención
a los detalles, y a la forma de interactuar con tu entorno. Es cierto que
inicialmente solo hay que darse a conocer, sólo eso. Cualquier presión que
suene a promoción directa empresarial puede ser considerado negativamente, si es
que no se considera spam.
Por
esta razón, si la red social va a ser utilizada por una empresa, deberá ser
controlada y conducida por un experto, mejor si lo es por la figura del
Community Manager. El Community Manager tiene una formación, o puede adquirirla,
para saber manejar la situación ante lo que ocurra en la red, y saber como
actuar. Reconocer los errores en lugar de justificarlos, y hacer girar el tema
favorablemente a la empresa es la táctica correcta.
El
modo inteligente es una constante presencia en la red, pero presencia
inteligente, sin saturar pero sin ausencias injustificadas. Antes que
recibir hay que dar. Poner información en la red, información útil para los
demás, es el mejor modo de ser conocido y apreciado en la red.
Bienvenida
sea la tecnología. Pero recordemos que a la vez que han proliferado las redes
sociales ha nacido el concepto de networking presencial. Se trata de ver
a los demás, de conocerlos personalmente, además de por su alias en la red, es
algo así como lo dicho anteriormente: combinar las técnicas “1.0” y “2.0” para
lograrlo. Todos hemos observado, y nos han invitado, a los eventos de
“networking” presencial. Parece una contradicción, pero es una realidad. Tras conocernos
en las redes, con nuestros alias correspondientes, falta ese puntito necesario
de conocernos personalmente para reforzar ese contacto nacido en la red.
Y
entonces nos llegan todas esas invitaciones de networking presencial, (sí,
realmente es una aparente contradicción), y nos vemos todos en una sala de un
hotel o lugar de eventos, nos presentamos personalmente durante
unos minutos concedidos a cada uno y después… con una copita en la mano
intercambiamos tarjetas de visita, (sí, de papel), y charlamos tranquilamente.
Es un nuevo networking.
Nunca
lo moderno desplaza totalmente a lo tradicional. Simplemente lo transforma y,
generalmente, lo mejora.
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