El M2M (machine to machine o
máquina a máquina) es un concepto genérico que se refiere al intercambio de
información o comunicación en formato de datos entre dos máquinas remotas. Una
máquina es un dispositivo electrónico, un robot, un automóvil, un motor
industrial, cualquier cosa que no sea una persona. Esa máquina tiene que
comunicar por Internet con un servidor que gestiona la información relativa a
la máquina y la controla en forma remota.
Las aplicaciones M2M son más
habituales de lo que pensamos, y convivimos con ellas continuamente. De hecho,
podemos hablar de soluciones M2M en distintos segmentos del mercado:
•
Telemedida, con una gran penetración en el
sector de las Utilities (contadores de electricidad, agua, calefacción…)
•
Automoción. El coche es un escenario muy
propicio para la incorporación de M2M. Un caso práctico es el aviso automático
en caso de accidente a un servicio de emergencia indicando la posición. También
el peaje automático en las autopistas, sin que los vehículos tengan que parar
es un ejemplo de uso de M2M.
•
Vigilancia en edificios y alarmas
•
Soluciones médicas. Para la gestión de
medicamentos y monitorización
•
Máquinas vending
Las soluciones M2M
pueden incluirse también dentro del Internet de las cosas, (IoT), ya que se
conectan a Internet las máquinas entre sí.
En todos estos casos se utilizan
muy especialmente las máquinas como objeto intermedio del marketing, independientemente
de la intervención de las personas. Todo esto es el M2M, y constituye un excelente
medio para realizar nuevas acciones de marketing.
Por ejemplo, las acciones de
marketing de guerrilla, con sus variantes de Ambient marketing y Street
marketing, son perfectos ejemplos de utilización del M2M en el marketing
actual. Por otra parte, las máquinas o sistemas Vending suponen también
otra fuente de acciones de marketing M2M, a las que dedicaremos más detalle en
este post.
Para los que no estén
familiarizado con el término, el Vending es un sistema de ventas automatizado,
a través de máquinas accesibles. Esas máquinas que vemos en muchos lugares, que
nos sirven un café, unos bocadillos o una bebida fría. En sus versiones más
avanzadas, estas máquinas utilizan complejos sistemas de información, desde los
ordenadores hasta las líneas de comunicaciones involucradas en que todo el
sistema sea efectivo. Donde algunos imaginan una simple caja mecánica, detrás
se encuentra todo un sistema informático y logístico, en el se incluyen todas
las facilidades para su operatividad, pues estos sistemas son capaces de
detectar cuando falta algún producto o, mejor aún, cuando se llega a un mínimo
de stocks y lo piden automáticamente a la central, sin
intervención humana. Esto es el más puro M2M que no debemos ignorar en las
acciones e marketing.
El uso del M2M ayuda
a reducir costes en determinadas áreas, como por ejemplo, si hay que
reponer existencias en máquinas expendedoras, si hay que realizar acciones de
marketing con máquinas y dispositivos.
No es difícil intuir la capacidad
de soporte al las acciones de marketing que supone el M2M, pues es un canal de
venta o de comunicación más, con sus particularidades de disponibilidad 24 x 7
x 365, es decir 24 horas al día durante los 365 días del año.
Quiero poner diversos ejemplos
para que quienes lean este post tengan argumentos suficientes como para incorporar el mundo M2M a sus
estrategias de marketing, generalmente con gran eficacia y ahorro de dinero en
las mismas.
En primer lugar, la Cadena de
Ternura, de Milka, elaborado en Argentina, donde se obtienen las chocolatinas
mediante la unión de las manos de las personas con la vaca de Milka. Es muy
interesante, viral y bastante efectivo como marketing de la marca. Adjunto el
link:
Quiero aclarar para los más
escépticos que es cierto que en estos ejemplos interviene la persona, pero es
solamente para poder ejecutar el inicio de la acción, dado que así se obtiene
el valor
real de la acción de marketing, pero sin embargo, el resto está
controlado por la máquina vending, la red y la comunicación con el ordenador
central.
Otro ejemplo que me agrada
bastante es el de Coca Cola, siempre pionera en los usos de la tecnología en el
marketing, con el cajero de la felicidad. Este es el link:
Otro ejemplo el de Fashion
Revolution, con una máquina expendedora que vendía camisetas a dos euros. Pero
casi nadie las compraba a pesar de su buen precio. Ver el vídeo:
Finalizo este post con “una
máquina invisible”. Con motivo de San Valentín, crearon una máquina que sólo
era visible para enamorados: se activaba cuando pasaba frente a ella una
pareja, a la que se invitaba a un refresco que venía con las latas personalizadas
con sus nombres. Todo un espectáculo de luz e imagen que seguro que no dejó
indiferente a nadie que pasara por delante. Es muy interesante.
Aunque se trata de diálogo entre
máquinas, en el marketing se trata de hacer partícipe al consumidor, dándole la
sensación de que está implicado con el mensaje mediante la utilización y ligeros
cambios en los elementos donde se mueve cotidianamente. Se utilizan elementos
cotidianos existentes, siempre conectados mediante redes, como el mobiliario
urbano, paradas de autobuses, elementos accionados a distancia por Internet que
logran hacer que las personas le dediquen un tiempo de atención, sin
interrumpir su actividad natural, su ida al trabajo, al banco, vuelta a casa, o
bien participando en la acción.
La parte importante de las
conexiones las ponen las máquinas, pero en estos mensajes de marketing la innovación
y la espontaneidad son la clave, así como la capacidad de empatía para
ponerse en la piel del usuario, para hacer que el anuncio no solamente no le
estorbe, sino que sea capaz de distraerle y de mejorar su experiencia con el
paisaje cotidiano.